Por tanto, cuando ustedes vean la ABOMINACION DE LA DESOLACION, de que se habló por medio del profeta Daniel, colocada en el lugar santo, y el que lea que entienda,
(Mateo 24:15)
entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.
(Mateo 24:16)
El que esté en la azotea, no baje a sacar las cosas de su casa;
(Mateo 24:17)
y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa.
Pero ¡ay de las que estén encinta y de las que estén criando en aquellos días!
(Mateo 24:19)
Oren para que la huida de ustedes no suceda en invierno, ni en día de reposo.
(Mateo 24:20)
Porque habrá entonces una gran tribulación, tal como no ha acontecido desde el principio del mundo hasta ahora, ni acontecerá jamás.
(Mateo 24:21)
