Levantándose Jesús, lo siguió, y también Sus discípulos.
(Mateo 9:19)Y una mujer que había estado sufriendo de flujo de sangre por doce años, se Le acercó por detrás y tocó el borde de Su manto;
(Mateo 9:20)pues decía para sí: "Si tan sólo toco Su manto, sanaré."
(Mateo 9:21)Pero Jesús, volviéndose y viéndola, dijo: "Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado." Y al instante la mujer quedó sana.
Cuando Jesús entró en la casa del oficial, y vio a los flautistas y al gentío en ruidoso desorden,
(Mateo 9:23)les dijo: "Retírense, porque la niña no ha muerto, sino que está dormida." Y se burlaban de El.
(Mateo 9:24)Pero cuando habían echado fuera a la gente, El entró y la tomó de la mano; y la niña se levantó.
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Mateo 9:22 - Referencia Cruzada
Jesús lo reprendió y el demonio salió de él, y el muchacho quedó curado desde aquel momento.
(Mateo 17:18)Jesús entonces le dijo: "Recibe la vista, tu fe te ha sanado."
(Lucas 18:42)Este escuchaba hablar a Pablo, el cual, fijando la mirada en él, y viendo que tenía fe para ser sanado,
(Hechos 14:9)El padre entonces se dio cuenta que fue a la hora en que Jesús le dijo: "Tu hijo vive." Y creyó él con toda su casa.
(Juan 4:53)Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz."
(Lucas 7:50)Y Le trajeron un paralítico echado en una camilla; y Jesús, viendo la fe de ellos, dijo al paralítico: "Anímate, hijo, tus pecados te son perdonados."
(Mateo 9:2)Entonces le dijo: "Levántate y vete; tu fe te ha sanado."
(Lucas 17:19)Vete, tu fe te ha sanado," le dijo Jesús. Al instante el ciego recobró la vista, y Lo seguía por el camino.
(Marcus 10:52)Entonces les tocó los ojos, diciendo: "Hágase en ustedes según su fe."
(Mateo 9:29)Y El le dijo: "Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz."
(Lucas 8:48)Esto lo hacía por muchos días; pero desagradando esto a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: "¡Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella!" Y el espíritu salió en aquel mismo momento.
(Hechos 16:18)Entonces Jesús le dijo: "Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas." Y su hija quedó sana desde aquel momento.
(Mateo 15:28)Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado las buenas nuevas, como también a ellos. Pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que la oyeron.
(Hebreos 4:2)Hija, tu fe te ha sanado," le dijo Jesús; "vete en paz y queda sana de tu aflicción."
(Marcus 5:34)