Entonces Sem y Jafet tomaron un manto, lo pusieron sobre sus hombros, y caminando hacia atrás cubrieron la desnudez de su padre. Como sus rostros estaban vueltos, no vieron la desnudez de su padre. (Génesis 9:23)

Cuando Noé despertó de su embriaguez, y supo lo que su hijo menor le había hecho, (Génesis 9:24)

dijo: "Maldito sea Canaán; Siervo de siervos Será para sus hermanos." (Génesis 9:25)

Dijo también: "Bendito sea el SEÑOR, El Dios de Sem; Y sea Canaán su siervo.

Engrandezca Dios a Jafet, Y habite en las tiendas de Sem; Y sea Canaán su siervo." (Génesis 9:27)

Noé vivió 350 años después del diluvio. (Génesis 9:28)

El total de los días de Noé fue de 950 años, y murió. (Génesis 9:29)

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Génesis 9:26 - Referencia Cruzada

Y el SEÑOR dijo a Abram: "Vete de tu tierra, De entre tus parientes Y de la casa de tu padre, A la tierra que Yo te mostraré. (Génesis 12:1)

Por tu espada vivirás, Y a tu hermano servirás; Mas acontecerá que cuando te impacientes, Arrancarás su yugo de tu cuello." (Génesis 27:40)

Bienaventurado el pueblo a quien así le sucede; Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el SEÑOR. (Salmos 144:15)

El comienzo de su reino fue Babel, Erec, Acab y Calne, en la tierra de Sinar. (Génesis 10:10)

Mira," le respondió Isaac, "yo lo he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus parientes; y con grano y vino nuevo lo he sustentado. En cuanto a ti ¿qué haré, pues, hijo mío?" (Génesis 27:37)

Cuando Jesús comenzó Su ministerio , tenía unos treinta años, siendo, como se suponía, hijo de José, quien era hijo de Elí, (Lucas 3:23)

Nadie hay como el Dios de Jesurún (Israel), Que cabalga los cielos para venir en tu ayuda, Y las nubes, en Su majestad. (Deuteronomio 33:26)

Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad. (Hebreos 11:16)

de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo (el Mesías), el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén. (Romanos 9:5)