Y haré temblar a todas las naciones; vendrán entonces los tesoros (vendrá el deseo) de todas las naciones, y Yo llenaré de gloria esta casa,' dice el SEÑOR de los ejércitos.
(Hageo 2:7)Mía es la plata y Mío es el oro,' declara el SEÑOR de los ejércitos.
(Hageo 2:8)La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera,' dice el SEÑOR de los ejércitos, 'y en este lugar daré paz,' declara el SEÑOR de los ejércitos."
(Hageo 2:9)El día veinticuatro del mes noveno, en el año segundo de Darío, vino la palabra del SEÑOR al profeta Hageo:
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: 'Pide ahora instrucción (la ley) a los sacerdotes:
(Hageo 2:11)Si alguien lleva carne consagrada en la falda de su vestidura, y con su falda toca pan, alimento cocido, vino, aceite o cualquier otro alimento, ¿quedará éste consagrado?'" Y los sacerdotes respondieron: "No."
(Hageo 2:12)Y dijo Hageo: "Si alguien, inmundo por el contacto con un cadáver, toca cualquiera de estas cosas, ¿quedará inmunda?" "Quedará inmunda," respondieron los sacerdotes.
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Hageo 2:10 - Referencia Cruzada
el día veinticuatro del mes sexto, en el año segundo del rey Darío.
(Hageo 1:15)La palabra del SEÑOR vino por segunda vez a Hageo, el día veinticuatro del mes, diciendo:
(Hageo 2:20)El año segundo del rey Darío, en el mes sexto, el día primero del mes, vino la palabra del SEÑOR por medio del profeta Hageo a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac:
(Hageo 1:1)