Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces el SEÑOR dio orden al pez, y éste vomitó a Jonás en tierra firme. (Jonás 2:10)
La palabra del SEÑOR vino por segunda vez a Jonás: (Jonás 3:1)
Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que Yo te diré." (Jonás 3:2)
Y Jonás se levantó y fue a Nínive conforme a la palabra del SEÑOR. Nínive era una ciudad muy grande, de un recorrido de tres días.
Entonces Jonás comenzó a recorrer la ciudad camino de un día, y proclamaba: "Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada." (Jonás 3:4)
Entonces los habitantes de Nínive creyeron en Dios, y proclamaron ayuno y se vistieron de cilicio desde el mayor hasta el menor de ellos. (Jonás 3:5)
Cuando llegó la noticia al rey de Nínive, se levantó de su trono, se despojó de su manto, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. (Jonás 3:6)

Otras publicaciones relacionadas con "Jonás 3:3":

Valerie Gonzalez
Despierta y vete
Artículo sobre la importancia de despertar y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, cambiar nuestras prioridades y reconocer que Dios es el Dios de la tormenta. Se destaca la importancia de la oración y de estar dispuestos a desprendernos de lo que no es importante para lograr nuestro propósito y llevar la salvación a otros.


Samuel Caraballo
Las consecuencias de nuestras decisiones y acciones
En este artículo, Samuel Caraballo nos habla sobre las consecuencias de nuestras decisiones y acciones, y cómo la historia de Jonás nos enseña acerca de la importancia de la obediencia y la responsabilidad personal en nuestra relación con Dios.


Jonás 3:3 - Referencia Cruzada