Nueva Biblia Latinoamericana
El Señor entregó en sus manos a Joacim, rey de Judá, así como algunos de los utensilios de la casa de Dios. Estos se los llevó a la tierra de Sinar, a la casa de su dios, colocando los utensilios en la casa del tesoro de su dios. (Daniel 1:2)
Entonces el rey mandó a Aspenaz, jefe de sus oficiales, que trajera de los Israelitas a algunos de la familia real y de los nobles. (Daniel 1:3)
Estos jóvenes no debían tener defecto alguno, serían de buen parecer, inteligentes en toda rama del saber, dotados de entendimiento y habilidad para discernir y que tuvieran la capacidad para servir en el palacio del rey; y le dio ordenes de que les enseñara la escritura y la lengua de los Caldeos. (Daniel 1:4)
El rey les asignó una ración diaria de los manjares del rey y del vino que él bebía, y mandó que los educaran por tres años, después de los cuales entrarían al servicio del rey.
Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá. (Daniel 1:6)
Entonces el jefe de oficiales les puso nuevos nombres: a Daniel le puso Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abed Nego. (Daniel 1:7)
Pero Daniel se propuso en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de oficiales que le permitiera no contaminarse. (Daniel 1:8)

Otras publicaciones relacionadas con "Daniel 1:5":

Isaías Rivera
Vasos de honra
Este sermón se basa en la historia de Beltsazar y Daniel del libro de Daniel capítulo 5. El pastor enfatiza la importancia de mantenerse fieles a Dios y no deshonrar lo que Él nos ha dado, así como buscar a los vasos de honra en momentos de necesidad. También se destaca la relevancia de no vender lo que Dios nos ha dado por las cosas temporales del mundo.


Dr. Roberto Miranda
II Crónicas 29
La historia de Israel en los libros de Samuel, Reyes y Crónicas provee modelos de vida y enseñanzas espirituales. El rey Ezequías es un ejemplo de un hombre recto y con pasión por Dios que fue prosperado. El fundamento de la vida de una persona y de una nación debe ser espiritual. El avivamiento en Estados Unidos debe comenzar por la casa de Dios y por una determinación firme de seguir al Señor en integridad y pasión. El avivamiento vendrá cuando nos apasionemos por Dios y lo amemos por encima de todo.


Daniel 1:5 - Referencia Cruzada

La provisión de Salomón para un día era de 30 coros (6,600 litros) de flor de harina y 60 coros (13,200 litros) de harina, (1 Reyes 4:22)
Entonces dijo así el SEÑOR: "Si vuelves, Yo te restauraré, En Mi presencia estarás; Si apartas lo precioso de lo vil, Serás Mi portavoz. Que se vuelvan ellos a ti, Pero tú no te vuelvas a ellos. (Jeremías 15:19)
y para su sustento, se le dio de continuo una ración de parte del rey, una porción para cada día, todos los días de su vida. (2 Reyes 25:30)
Bienaventurados sus hombres, bienaventurados estos sus siervos que están delante de usted continuamente y oyen su sabiduría. (2 Crónicas 9:7)
Danos hoy el pan nuestro de cada día. (Mateo 6:11)
José tenía treinta años cuando se presentó ante Faraón, rey de Egipto. Y salió José de la presencia de Faraón y recorrió toda la tierra de Egipto. (Génesis 41:46)
Y Saúl envió a decir a Isaí: "Te ruego que David se quede delante de mí, pues ha hallado gracia ante mis ojos." (1 Samuel 16:22)
Pero velen en todo tiempo, orando para que tengan fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y puedan estar en pie delante del Hijo del Hombre." (Lucas 21:36)
Danos hoy el pan nuestro de cada día. (Lucas 11:3)
El ángel le respondió: "Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas. (Lucas 1:19)
El rey habló con ellos, y de entre todos ellos no se halló ninguno como Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Entraron, pues, al servicio del rey. (Daniel 1:19)
Bienaventurados sus hombres, bienaventurados éstos sus siervos que están delante de usted continuamente y oyen su sabiduría. (1 Reyes 10:8)
Pero Daniel se propuso en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de oficiales que le permitiera no contaminarse. (Daniel 1:8)