Hijo de hombre, tú habitas en medio de la casa rebelde; tienen ojos para ver y no ven, oídos para oír y no oyen, porque son una casa rebelde.
(Ezequiel 12:2)
Y tú, hijo de hombre, prepárate el equipaje del destierro y sal al destierro de día, ante sus ojos; sal al destierro desde tu lugar a otro lugar, ante sus ojos. Quizá entiendan, aunque son una casa rebelde.
(Ezequiel 12:3)
Saca tu equipaje como equipaje del destierro, de día, ante sus ojos. Entonces sal tú por la tarde, ante sus ojos, como los que salen al destierro.
(Ezequiel 12:4)
Ante sus ojos haz un hueco en el muro y sal por él.
Ante sus ojos carga el equipaje sobre los hombros y sácalo en la oscuridad. Cúbrete el rostro para no ver la tierra, porque te he puesto por señal a la casa de Israel."
(Ezequiel 12:6)
Yo hice tal como se me había mandado. Saqué mi equipaje de día como el equipaje de un desterrado. Entonces al atardecer cavé con mis manos a través del muro; salí en la oscuridad y cargué el equipaje sobre los hombros, a la vista de ellos.
(Ezequiel 12:7)
Por la mañana vino a mí la palabra del SEÑOR:
(Ezequiel 12:8)
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Ezequiel 12:5 - Referencia Cruzada
Y al ser abierta una brecha en la ciudad, todos los hombres de guerra huyeron de noche por el camino de la puerta entre las dos murallas, junto al jardín del rey, estando los Caldeos alrededor de la ciudad, y se fueron por el camino del Arabá.
(2 Reyes 25:4)
En el año undécimo de Sedequías, en el mes cuarto, a los nueve días del mes, se abrió una brecha en el muro de la ciudad.
(Jeremías 39:2)