¡Oh SEÑOR, fuerza mía y fortaleza mía, Refugio mío en el día de angustia! A ti vendrán las naciones Desde los confines de la tierra y dirán: "Nuestros padres heredaron sólo mentira, Vanidad y cosas sin provecho."
(Jeremías 16:19)
¿Puede hacer el hombre dioses para sí? ¡Pero no son dioses!
(Jeremías 16:20)
Por tanto, voy a darles a conocer, Esta vez les haré conocer Mi poder y Mi fortaleza; Entonces sabrán que Mi nombre es el SEÑOR".
(Jeremías 16:21)
El pecado de Judá está escrito con cincel de hierro, Con punta de diamante está grabado sobre la tabla de su corazón Y en los cuernos de sus altares.
Como ellos se acuerdan de sus hijos, Así se acuerdan de sus altares y de sus Aseras (deidades femeninas) Junto a los árboles frondosos, en las altas colinas.
(Jeremías 17:2)
Oh montaña Mía en el campo, Entregaré al saqueo tus riquezas y todos tus tesoros, A causa del pecado de tus lugares altos en todo tu territorio.
(Jeremías 17:3)
Y por tu causa harás que se pierda la heredad Que Yo te di; Te haré servir a tus enemigos En un país que no conoces; Porque has prendido un fuego en Mi ira Que arderá para siempre.
(Jeremías 17:4)
Otras publicaciones relacionadas con "Jeremías 17:1":
Jeremías 17:1 - Referencia Cruzada
Entonces el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la ofrenda por el pecado y la pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará el resto de la sangre al pie del altar del holocausto.
(Levítico 4:25)
La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; Atalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón.
(Proverbios 3:3)
Atalos a tus dedos, Escríbelos en la tabla de tu corazón.
(Proverbios 7:3)
¡Oh, si mis palabras se escribieran, Si se grabaran en un libro!
(Job 19:23)
¿Hay iniquidad en Galaad? Ciertamente son indignos. En Gilgal sacrifican toros, Sí, sus altares son como montones de piedra En los surcos del campo.
(Oseas 12:11)
siendo manifiesto que son carta de Cristo redactada por nosotros, no escrita con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de corazones humanos.
(2 Corintios 3:3)
el sacerdote mojará su dedo en la sangre y la rociará siete veces delante del SEÑOR, frente al velo.
(Levítico 4:17)