Pero el que peca contra mí, a sí mismo se daña; Todos los que me odian, aman la muerte."
(Proverbios 8:36)
La sabiduría ha edificado su casa, Ha labrado sus siete columnas;
(Proverbios 9:1)
Ha preparado su alimento, ha mezclado su vino, Ha puesto también su mesa;
(Proverbios 9:2)
Ha enviado a sus doncellas, y clama Desde los lugares más altos de la ciudad:
El que sea simple que entre aquí." Al falto de entendimiento le dice:
(Proverbios 9:4)
Ven, come de mi pan, Y bebe del vino que he mezclado.
(Proverbios 9:5)
Abandona la necedad y vivirás; Anda por el camino del entendimiento."
(Proverbios 9:6)
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Proverbios 9:3 - Referencia Cruzada
A la hora de la cena envió a su siervo a decir a los que habían sido invitados: 'Vengan, porque ya todo está preparado.'
(Lucas 14:17)
Y envió a sus siervos a llamar a los que habían sido invitados a las bodas, pero no quisieron venir.
(Mateo 22:3)
Jesús le respondió: "Yo he hablado al mundo públicamente; siempre enseñé en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen todos los Judíos, y nada he hablado en secreto.
(Juan 18:20)
Se sienta a la puerta de su casa, En un asiento, en los lugares altos de la ciudad,
(Proverbios 9:14)
Vayan, por tanto, a las salidas de los caminos, e inviten a las bodas a cuantos encuentren.'
(Mateo 22:9)
En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz: "Si alguien tiene sed, que venga a Mí y beba.
(Juan 7:37)
¿Y cómo predicarán si no son enviados? Tal como está escrito: "¡CUAN HERMOSOS SON LOS PIES DE LOS QUE ANUNCIAN EL EVANGELIO DEL BIEN!"
(Romanos 10:15)
¿No clama la sabiduría, Y levanta su voz la prudencia?
(Proverbios 8:1)
La sabiduría clama en la calle, En las plazas alza su voz;
(Proverbios 1:20)
El Señor da la palabra; Las mujeres que anuncian las buenas nuevas son gran multitud:
(Salmos 68:11)
Por eso la sabiduría de Dios también dijo: 'Les enviaré profetas y apóstoles, y de ellos, matarán a algunos y perseguirán a otros,
(Lucas 11:49)
Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros, en nombre de Cristo les rogamos: ¡Reconcíliense con Dios!
(2 Corintios 5:20)
Cuando el siervo regresó, informó de todo esto a su señor. Entonces, enojado el dueño de la casa, dijo a su siervo: 'Sal enseguida por las calles y callejones de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los ciegos y los cojos.'
(Lucas 14:21)