Nueva Biblia Latinoamericana
Para atar a sus reyes con cadenas Y a sus nobles con grillos de hierro; (Salmos 149:8)
Para ejecutar en ellos el juicio decretado: Esto es gloria para todos Sus santos. ¡Aleluya! (Salmos 149:9)
¡Aleluya! Alaben a Dios en Su santuario; Alábenlo en Su majestuoso firmamento. (Salmos 150:1)
Alaben a Dios por Sus hechos poderosos; Alábenlo según la excelencia de Su grandeza.
Alaben a Dios con sonido de trompeta; Alábenlo con arpa y lira. (Salmos 150:3)
Alaben a Dios con pandero y danza; Alábenlo con instrumentos de cuerda y flauta. (Salmos 150:4)
Alaben a Dios con címbalos sonoros; Alábenlo con címbalos resonantes. (Salmos 150:5)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 150:2":

Andrés Cisterna
La alabanza trae grandes victorias
El autor destaca la importancia de la alabanza y la adoración en la vida diaria de un cristiano para experimentar el poder y la acción del Señor y encontrar la fuerza para vencer al enemigo.


Charles Spurgeon
Los consuelos del Señor
Artículo sobre la promesa de Dios de tener misericordia para con los afligidos y la importancia de adorarle con corazones creyentes.


Salmos 150:2 - Referencia Cruzada

Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: "¡Grandes y maravillosas son Tus obras, oh Señor Dios, Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son Tus caminos, oh Rey de las naciones! (Apocalipsis 15:3)
¡Ah, Señor DIOS! Ciertamente, Tú hiciste los cielos y la tierra con Tu gran poder y con Tu brazo extendido. Nada es imposible para Ti, (Jeremías 32:17)
Porque grande es el SEÑOR, y muy digno de ser alabado; Temible es El sobre todos los dioses. (Salmos 96:4)
Grande es el SEÑOR, y digno de ser alabado en gran manera, Y Su grandeza es inescrutable. (Salmos 145:3)
En el glorioso esplendor de Tu majestad, Y en Tus obras maravillosas meditaré. (Salmos 145:5)
Para dar a conocer a los hijos de los hombres Tus hechos poderosos Y la gloria de la majestad de Tu reino. (Salmos 145:12)
Oh Señor DIOS, Tú has comenzado a mostrar a Tu siervo Tu grandeza y Tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en los cielos o en la tierra que pueda hacer obras y hechos tan poderosos como los Tuyos? (Deuteronomio 3:24)