Sean huérfanos sus hijos, Y viuda su mujer.
(Salmos 109:9)
Vaguen errantes sus hijos, y mendiguen, Y busquen el sustento lejos de sus hogares en ruinas.
(Salmos 109:10)
Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene, Y extraños saqueen el fruto de su trabajo.
(Salmos 109:11)
Que no haya quien le extienda misericordia, Ni haya quien se apiade de sus huérfanos.
Sea exterminada su posteridad, Su nombre sea borrado en la siguiente generación.
(Salmos 109:13)
Sea recordada ante el SEÑOR la iniquidad de sus padres, Y no sea borrado el pecado de su madre.
(Salmos 109:14)
Estén continuamente delante del SEÑOR, Para que El corte de la tierra su memoria;
(Salmos 109:15)
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Salmos 109:12 - Referencia Cruzada
Cuando su ramaje está seco, es quebrado, Vienen las mujeres y le prenden fuego. Porque no es pueblo de discernimiento, Por tanto su Hacedor no le tendrá compasión, Y su Creador no tendrá piedad de él.
(Isaías 27:11)
Sus hijos no tienen seguridad alguna, Aun en la puerta (de la ciudad) son oprimidos, Y no hay quien los libre.
(Job 5:4)
Por eso no se complace el Señor en sus jóvenes, Ni se compadece de sus huérfanos ni de sus viudas. Porque todos ellos son impíos y malhechores, Y toda boca habla necedades. Con todo eso no se aparta Su ira, Y aún está Su mano extendida.
(Isaías 9:17)
Porque el juicio será sin misericordia para el que no ha mostrado misericordia. La misericordia triunfa sobre el juicio.
(Santiago 2:13)
Todo el pueblo contestó: "¡Caiga Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!"
(Mateo 27:25)
para que la sangre de todos los profetas, derramada desde la fundación del mundo, se le cargue a esta generación.
(Lucas 11:50)
Den, y les será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en sus regazos. Porque con la medida con que midan, se les volverá a medir."
(Lucas 6:38)
Oh hija de Babilonia, la devastada, Bienaventurado el que te devuelva El pago con que nos pagaste.
(Salmos 137:8)
Con sus arcos barrerán a los jóvenes, No tendrán compasión ni aun del fruto del vientre, Tampoco de los niños tendrán piedad sus ojos.
(Isaías 13:18)