¿Quién me conducirá a la ciudad fortificada? ¿Quién me guiará hasta Edom?
(Salmos 108:10)
¿No eres Tú, oh Dios, el que nos ha rechazado? ¿No saldrás, oh Dios, con nuestros ejércitos?
(Salmos 108:11)
Danos ayuda contra el adversario, Pues vano es el auxilio del hombre.
(Salmos 108:12)
En Dios haremos proezas, Y El pisoteará a nuestros adversarios.
Para el director del coro. Salmo de David. Oh Dios de mi alabanza, No calles.
(Salmos 109:1)
Porque contra mí han abierto su boca impía y engañosa; Con lengua mentirosa han hablado contra mí.
(Salmos 109:2)
Me han rodeado también con palabras de odio, Y sin causa han luchado contra mí.
(Salmos 109:3)
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Salmos 108:13 - Referencia Cruzada
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y Su gracia para conmigo no resultó vana. Antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.
(1 Corintios 15:10)
El SEÑOR está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?
(Salmos 118:6)
Oh Dios nuestro, ¿no los juzgarás? Porque no tenemos fuerza alguna delante de esta gran multitud que viene contra nosotros, y no sabemos qué hacer; pero nuestros ojos están vueltos hacia Ti."
(2 Crónicas 20:12)
Porque la mano del SEÑOR reposará en este monte, Y Moab será pisoteado en su sitio Como es pisoteada la paja en el agua del muladar.
(Isaías 25:10)
En Dios haremos proezas, Y El pisoteará a nuestros adversarios.
(Salmos 60:12)
Pues contigo aplastaré ejércitos, Y con mi Dios escalaré murallas.
(Salmos 18:29)
Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta la fragancia de Su conocimiento en todo lugar.
(2 Corintios 2:14)
El lagar lo he pisado Yo solo; De los pueblos, ningún hombre estaba conmigo. Los pisé en Mi ira Y los aplasté en Mi furor. Su sangre salpicó Mis vestiduras Y manché todo Mi ropaje.
(Isaías 63:3)
Entonces los desmenucé como polvo delante del viento; Los arrojé como lodo de las calles.
(Salmos 18:42)
Y el Dios de paz aplastará pronto a Satanás debajo de los pies de ustedes. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.
(Romanos 16:20)
Sin piedad los hirió con gran mortandad. Y descendió y habitó en la hendidura de la peña de Etam.
(Jueces 15:8)
Salmo de David. Bendito sea el SEÑOR, mi Roca, Que adiestra mis manos para la guerra, Y mis dedos para la batalla.
(Salmos 144:1)
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza.
(Efesios 6:10)