También les dio las tierras de las naciones, Y poseyeron el fruto del trabajo de los pueblos,
(Salmos 105:44)
A fin de que guardaran Sus estatutos, Y observaran Sus leyes. ¡Aleluya!
(Salmos 105:45)
¡Aleluya! Den gracias al SEÑOR, porque es bueno; Porque para siempre es Su misericordia.
(Salmos 106:1)
¿Quién puede relatar los poderosos hechos del SEÑOR, O expresar toda Su alabanza?
Bienaventurados los que guardan el juicio, Los que practican la justicia en todo tiempo.
(Salmos 106:3)
Acuérdate de mí, oh SEÑOR, en Tu bondad hacia Tu pueblo; Visítame con Tu salvación,
(Salmos 106:4)
Para que yo vea la prosperidad de Tus escogidos, Para que me regocije en la alegría de Tu nación, Para que me gloríe con Tu heredad.
(Salmos 106:5)
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Salmos 106:2 - Referencia Cruzada
Muchas son, SEÑOR, Dios mío, las maravillas que Tú has hecho, Y muchos Tus designios para con nosotros; Nadie hay que se compare contigo; Si los anunciara, y hablara de ellos, No podrían ser enumerados.
(Salmos 40:5)
Estos son los bordes de Sus caminos; ¡Y cuán leve es la palabra que de El oímos! Pero Su potente trueno, ¿quién lo puede comprender?"
(Job 26:14)
El hace cosas grandes e inescrutables, Maravillas sin número.
(Job 5:9)
¡Cuán preciosos también son para mí, oh Dios, Tus pensamientos! ¡Cuán inmensa es la suma de ellos!
(Salmos 139:17)
y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia (la energía) de la fuerza de Su poder.
(Efesios 1:19)
Entonces los Levitas, Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías, dijeron: "Levántense, bendigan al SEÑOR su Dios por siempre y para siempre. Sea bendito Tu glorioso nombre Y exaltado sobre toda bendición y alabanza.
(Nehemías 9:5)
Grande es el SEÑOR, y digno de ser alabado en gran manera, Y Su grandeza es inescrutable.
(Salmos 145:3)
ustedes sean capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad,
(Efesios 3:18)
¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son Sus juicios e inescrutables Sus caminos!
(Romanos 11:33)