Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces castigaré con vara su transgresión Y con azotes su iniquidad. (Salmos 89:32)
Pero no quitaré de él Mi misericordia, Ni obraré falsamente en Mi fidelidad. (Salmos 89:33)
No quebrantaré Mi pacto, Ni cambiaré la palabra de Mis labios. (Salmos 89:34)
Una vez he jurado por Mi santidad; No mentiré a David.
Su descendencia será para siempre, Y su trono como el sol delante de Mí. (Salmos 89:36)
Será establecido para siempre como la luna, Fiel testigo en el cielo." (Selah) (Salmos 89:37)
Pero Tú lo has rechazado y desechado, Contra Tu ungido Te has enfurecido. (Salmos 89:38)

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No te desampararé, ni te dejaré
Reflexión sobre la promesa de Dios de no abandonarnos y cómo recordar sus misericordias anteriores nos da ánimo.


Charles Spurgeon
El Señor disciplina a los Suyos, pero nunca los desampara
Dios nunca abandona a sus elegidos, incluso cuando los disciplina. La disciplina es una forma de instrucción que produce paz y descanso en el corazón del creyente. La vara de la disciplina no significa ira, sino amor. Dios puede castigar y corregir, pero nunca abandonar ni dejar de amar.


Salmos 89:35 - Referencia Cruzada

con la esperanza de vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde los tiempos eternos, (Tito 1:2)
Pues cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por uno mayor, juró por El mismo, (Hebreos 6:13)
El SEÑOR ha jurado por el orgullo de Jacob: "Ciertamente, nunca me olvidaré de ninguna de sus obras. (Amós 8:7)
Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. (2 Tesalonicenses 2:13)
El SEÑOR ha jurado a David Una verdad de la cual no se retractará: "De tu descendencia pondré sobre tu trono. (Salmos 132:11)
El Señor DIOS ha jurado por Su santidad: "Vendrán días sobre ustedes En que las llevarán con garfios, Y a su remanente con anzuelos. (Amós 4:2)
Por lo cual Dios, deseando mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de Su propósito, interpuso (garantizó) un juramento, (Hebreos 6:17)
El SEÑOR ha jurado y no se retractará: "Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melquisedec." (Salmos 110:4)