Mis parientes me fallaron Y mis íntimos amigos me han olvidado.


Los moradores de mi casa y mis criadas me tienen por extraño, Extranjero soy a sus ojos.


Llamo a mi siervo, y no responde, Con mi propia boca tengo que rogarle.


Mi aliento es odioso a mi mujer, Y soy repugnante a mis propios hermanos.


Hasta los niños me desprecian, Me levanto, y hablan contra mí.


Todos mis compañeros me aborrecen, Y los que amo se han vuelto contra mí.


Mis huesos se pegan a mi piel y a mi carne, Sólo he escapado con la piel de mis dientes.


 El pastor habla sobre cómo sentir la presencia de Dios y confiar en su guía y protección, incluso en momentos de sentirse perdido y abandonado.

Dios mío, por qué me has desamparado?

 Reflexión sobre cómo enfrentar las pruebas en la vida cristiana, basado en el relato de la viuda de 2 Reyes 4:1-7.

Las pruebas vendrán

Mi espíritu está quebrantado, mis días extinguidos, El sepulcro está preparado para mí.


Entonces su mujer le dijo: "¿Aún conservas tu integridad? Maldice a Dios y muérete."
