Escuchen atentamente mis palabras, Y que mi declaración llene sus oídos. (Job 13:17)

Pues yo he preparado mi causa; Sé que seré justificado. (Job 13:18)

¿Quién discutirá conmigo? Porque entonces me callaría y moriría. (Job 13:19)

Sólo dos cosas deseo que Tú hagas conmigo, Y no me esconderé de Tu rostro:

Que retires de mí Tu mano, Y que no me espante Tu terror. (Job 13:21)

Entonces llámame, y yo responderé; O déjame hablar, y respóndeme Tú. (Job 13:22)

¿Cuántas son mis iniquidades y pecados? Hazme conocer mi rebelión y mi pecado. (Job 13:23)

Otras publicaciones relacionadas con "Job 13:20":

Examíname, oh Dios, y pruébame
El predicador habla sobre la importancia de examinar nuestro corazón y dejar que Dios lo pruebe y lo conozca, así como retener lo bueno y desechar lo malo. También destaca la oportunidad que cada tentación ofrece para hacer el bien y concluye con una oración por la guía divina.

En los peores momentos de la vida Dios habla por segunda vez
El artículo habla sobre la importancia de tener fe en Dios y confiar en sus promesas en momentos difíciles. Se enfoca en la historia de Jeremías y cómo Dios le habló incluso estando en prisión, prometiendo sanidad, restauración y perdón. El autor anima al lector a esperar en Dios y confiar en sus promesas.

Job 13:20 - Referencia Cruzada

Los reyes de la tierra, y los grandes, los comandantes, los ricos, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, (Apocalipsis 6:15)

Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día. Entonces el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto. (Génesis 3:8)

Que El quite de mí Su vara, Y no me espante Su terror. (Job 9:34)

Ni aun las tinieblas son oscuras para Ti, Y la noche brilla como el día. Las tinieblas y la luz son iguales para Ti. (Salmos 139:12)