Mardoqueo escribió en nombre del rey Asuero y sellaron las cartas con el anillo del rey, y se enviaron por medio de correos a caballo, que montaban en corceles engendrados por caballos reales.
(Ester 8:10)
En ellas el rey concedía a los Judíos que estaban en cada ciudad el derecho de reunirse y defender su vida, de destruir, de matar y de exterminar al ejército de cualquier pueblo o provincia que los atacara, incluso a niños y mujeres, y de saquear sus bienes,
(Ester 8:11)
en un mismo día en todas las provincias del rey Asuero, el día trece del mes doce (es decir, el mes de Adar).
(Ester 8:12)
Una copia del edicto que había de promulgarse como ley en cada provincia fue publicado a todos los pueblos, para que los Judíos estuvieran listos para ese día a fin de vengarse de sus enemigos.
Los correos, apresurados y apremiados por la orden del rey, salieron montados en los corceles reales; y el decreto fue promulgado en la fortaleza de Susa.
(Ester 8:14)
Entonces Mardoqueo salió de la presencia del rey en vestiduras reales de azul y blanco, con una gran corona de oro y un manto de lino fino y púrpura. La ciudad de Susa dio vivas y se regocijó.
(Ester 8:15)
Para los Judíos fue día de luz y alegría, de gozo y gloria.
(Ester 8:16)
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Ester 8:13 - Referencia Cruzada
La copia del edicto que sería promulgada ley en cada provincia fue publicada a todos los pueblos para que estuvieran preparados para ese día.
(Ester 3:14)
Clamaban a gran voz: "¿Hasta cuándo, oh Señor santo y verdadero, esperarás para juzgar y vengar nuestra sangre de los que moran en la tierra?"
(Apocalipsis 6:10)
Entonces Sansón invocó al SEÑOR y dijo: "Señor DIOS, Te ruego que Te acuerdes de mí, y Te suplico que me des fuerzas sólo esta vez, oh Dios, para vengarme ahora de los Filisteos por mis dos ojos."
(Jueces 16:28)
Pero Tú has exaltado mi poder como el del búfalo; He sido ungido con aceite fresco.
(Salmos 92:10)
Los impíos han sacado la espada y entesado el arco Para abatir al afligido y al necesitado, Para matar a los de recto proceder.
(Salmos 37:14)
Para que tu pie los aplaste en sangre, Y la lengua de tus perros tenga la porción de tus enemigos."
(Salmos 68:23)
Sean las alabanzas de Dios en su boca, Y una espada de dos filos en su mano,
(Salmos 149:6)
¿Y no hará Dios justicia a Sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?
(Lucas 18:7)