Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando el rey volvió del jardín del palacio al lugar donde estaban bebiendo vino, Amán se había dejado caer sobre el lecho donde se hallaba Ester. Entonces el rey dijo: "¿Aún se atreve a hacer violencia a la reina estando yo en la casa?" Al salir la palabra de la boca del rey, cubrieron el rostro a Amán. (Ester 7:8)
Entonces Harbona, uno de los eunucos que estaban delante del rey, dijo: "Precisamente, la horca de 22.5 metros de alto está en la casa de Amán, la cual Amán había preparado para Mardoqueo, quien había hablado bien en favor del rey." "Ahórquenlo en ella," ordenó el rey. (Ester 7:9)
Colgaron, pues, a Amán en la horca que había preparado para Mardoqueo, y se aplacó el furor del rey. (Ester 7:10)
Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán, enemigo de los Judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le había revelado lo que era él para ella.
Entonces el rey se quitó el anillo que había recobrado de Amán, y se lo dio a Mardoqueo. Y Ester puso a Mardoqueo sobre la casa de Amán. (Ester 8:2)
Ester habló de nuevo delante del rey, cayó a sus pies, y llorando, le imploró que impidiera los propósitos perversos de Amán el Agagueo y el plan que había tramado contra los Judíos. (Ester 8:3)
El rey extendió hacia Ester el cetro de oro, y Ester se levantó y se puso delante del rey, (Ester 8:4)

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Ester 8:1 - Referencia Cruzada

Ester respondió: "¡El adversario y enemigo es este malvado Amán!" Entonces Amán se sobrecogió de terror delante del rey y de la reina. (Ester 7:6)
Pero Dios le dijo: '¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?' (Lucas 12:20)
El hombre bueno deja herencia a los hijos de sus hijos, Pero la riqueza del pecador está reservada para el justo. (Proverbios 13:22)
Cuando a Ester, hija de Abihail, tío de Mardoqueo, que la había tomado como hija, le tocó venir al rey, ella no pidió cosa alguna sino lo que le aconsejó Hegai, eunuco del rey, encargado de las mujeres. Y Ester hallaba favor ante los ojos de cuantos la veían. (Ester 2:15)
De los que confían en sus bienes Y se jactan de la abundancia de sus riquezas? (Salmos 49:6)
El que aumenta su riqueza por interés y usura, La recoge para el que se apiada de los pobres. (Proverbios 28:8)
y estaban junto a él Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, los siete príncipes de Persia y Media que tenían entrada a la presencia del rey y que ocupaban los primeros puestos en el reino): (Ester 1:14)
Sí, como una sombra anda el hombre; Ciertamente en vano se afana; Acumula riquezas, y no sabe quién las recogerá. (Salmos 39:6)
Aunque amontone plata como polvo, Y prepare vestidos abundantes como el barro; (Job 27:16)
Asimismo aborrecí todo el fruto de mi trabajo con que me había afanado bajo el sol, el cual tendré que dejar al hombre que vendrá después de mí. (Eclesiastés 2:18)
Mardoqueo estaba criando a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, pues ella no tenía ni padre ni madre. La joven era de hermosa figura y de buen parecer, y cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la tomó como hija suya. (Ester 2:7)