Al séptimo día, cuando el corazón del rey estaba alegre a causa del vino, él ordenó a Mehumán, a Bizta, a Harbona, a Bigta, a Abagta, a Zetar y a Carcas, los siete eunucos que servían en la presencia del rey Asuero,
(Ester 1:10)que trajeran a la reina Vasti a la presencia del rey con su corona real, para mostrar al pueblo y a los príncipes su belleza, porque era muy hermosa.
(Ester 1:11)Pero la reina Vasti rehusó venir al mandato del rey comunicado por los eunucos. Entonces el rey se enojó mucho y se encendió su furor en él.
(Ester 1:12)Entonces el rey dijo a los sabios que conocían los tiempos (pues era costumbre del rey consultar así a todos los que conocían la ley y el derecho,
y estaban junto a él Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, los siete príncipes de Persia y Media que tenían entrada a la presencia del rey y que ocupaban los primeros puestos en el reino):
(Ester 1:14)Conforme a la ley, ¿qué se debe hacer con la reina Vasti, por no haber obedecido el mandato del rey Asuero comunicado por los eunucos?
(Ester 1:15)En presencia del rey y de los príncipes, Memucán dijo: "La reina Vasti no sólo ha ofendido al rey sino también a todos los príncipes y a todos los pueblos que están en todas las provincias del rey Asuero.
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Ester 1:13 - Referencia Cruzada
Entonces el rey mandó a llamar a los magos (sacerdotes adivinos), encantadores, hechiceros y Caldeos (astrólogos), para que le explicaran al rey sus sueños. Vinieron, pues, y se presentaron ante el rey.
(Daniel 2:2)¿Quién no Te temerá, oh Rey de las naciones? Porque esto se Te debe. Porque entre todos los sabios de las naciones, Y en todos sus reinos, No hay nadie como Tú.
(Jeremías 10:7)A causa de esto el rey se indignó y se enfureció en gran manera y dio la orden de que mataran a todos los sabios de Babilonia.
(Daniel 2:12)Después de nacer Jesús en Belén (Casa del Pan) de Judea, en tiempos del rey Herodes (el Grande), unos sabios (magos) del oriente llegaron a Jerusalén (Ciudad de Paz), preguntando:
(Mateo 2:1)Daniel respondió ante el rey, y dijo: "En cuanto al misterio que el rey quiere saber, no hay sabios, encantadores, magos (sacerdotes adivinos) ni adivinos que puedan declararlo al rey.
(Daniel 2:27)Y por la mañana: 'Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojizo y amenazador.' ¿Saben ustedes discernir el aspecto del cielo, pero no pueden discernir las señales de los tiempos?
(Mateo 16:3)De los hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos, con conocimiento de lo que Israel debía hacer, sus jefes eran 200; y todos sus parientes estaban bajo sus órdenes.
(1 Crónicas 12:32)Por lo cual di órdenes que trajeran ante mí a todos los sabios de Babilonia para que me dieran a conocer la interpretación del sueño.
(Daniel 4:6)El rey gritó fuertemente que trajeran a los encantadores, a los Caldeos (astrólogos) y a los adivinos. El rey habló, y dijo a los sabios de Babilonia: "Cualquiera que pueda leer esta inscripción y declararme su interpretación, será vestido de púrpura, llevará un collar de oro al cuello y tendrá autoridad como tercero en el reino."
(Daniel 5:7)