Entonces reprendí a los nobles de Judá, y les dije: "¿Qué acción tan mala es ésta que cometen profanando el día de reposo?
(Nehemías 13:17)
¿No hicieron lo mismo sus padres, y nuestro Dios trajo sobre nosotros y sobre esta ciudad toda esta aflicción? Ustedes, pues, aumentan Su furor contra Israel al profanar el día de reposo."
(Nehemías 13:18)
Así que cuando iba oscureciendo a las Puertas de Jerusalén, antes del día de reposo, ordené que se cerraran las puertas y que no las abrieran hasta después del día de reposo. Entonces puse algunos de mis siervos a las puertas para que no entrara ninguna carga en día de reposo.
(Nehemías 13:19)
Pero una o dos veces, los mercaderes y vendedores de toda clase de mercancía pasaron la noche fuera de Jerusalén.
Entonces les advertí, y les dije: "¿Por qué pasan la noche delante de la muralla? Si lo hacen de nuevo, usaré fuerza contra ustedes." Desde entonces no vinieron más en el día de reposo.
(Nehemías 13:21)
Y ordené a los Levitas que se purificaran y que vinieran a guardar las puertas para santificar el día de reposo. Por esto también acuérdate de mí, Dios mío, y ten piedad de mí conforme a la grandeza de Tu misericordia.
(Nehemías 13:22)
En aquellos días también vi a Judíos que se habían casado con mujeres Asdoditas, Amonitas y Moabitas.
(Nehemías 13:23)
