y sus parientes, jefes de casas paternas, 242; y Amasai, hijo de Azareel, hijo de Azai, hijo de Mesilemot, hijo de Imer, (Nehemías 11:13)

y sus parientes, guerreros valientes, 128. Su superintendente era Zabdiel, hijo de Gedolim. (Nehemías 11:14)

De los Levitas: Semaías, hijo de Hasub, hijo de Azricam, hijo de Hasabías, hijo de Buni; (Nehemías 11:15)

Sabetai y Jozabad, de los jefes de los Levitas, encargados de la obra fuera de la casa de Dios;

Matanías, hijo de Micaía, hijo de Zabdi, hijo de Asaf, que era jefe para comenzar la acción de gracias en la oración, y Bacbuquías, el segundo entre sus hermanos; y Abda, hijo de Samúa, hijo de Galal, hijo de Jedutún. (Nehemías 11:17)

El total de los Levitas en la ciudad santa era de 284. (Nehemías 11:18)

Y los porteros, Acub, Talmón y sus parientes, que guardaban las puertas, eran 172. (Nehemías 11:19)

Otras publicaciones relacionadas con "Nehemías 11:16":

Levitas del Cristo vivo
Artículo sobre los levitas elegidos por Dios y cómo la iglesia de Cristo hoy en día es como ellos, con una misión global y una función educativa

II Crónicas 29
La historia de Israel en los libros de Samuel, Reyes y Crónicas provee modelos de vida y enseñanzas espirituales. El rey Ezequías es un ejemplo de un hombre recto y con pasión por Dios que fue prosperado. El fundamento de la vida de una persona y de una nación debe ser espiritual. El avivamiento en Estados Unidos debe comenzar por la casa de Dios y por una determinación firme de seguir al Señor en integridad y pasión. El avivamiento vendrá cuando nos apasionemos por Dios y lo amemos por encima de todo.

Nehemías 11:16 - Referencia Cruzada

Los Levitas, sus parientes, estaban a cargo de los tesoros de la casa de Dios y de los tesoros de los presentes consagrados. (1 Crónicas 26:20)

En cuanto a los Izharitas, Quenanías y sus hijos fueron asignados para los negocios exteriores de Israel, como oficiales y jueces. (1 Crónicas 26:29)

También Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán, Pelaías, y los Levitas, explicaban la ley al pueblo mientras el pueblo permanecía en su lugar. (Nehemías 8:7)

Entonces los doce (apóstoles) convocaron a la congregación (multitud) de los discípulos, y dijeron: "No es conveniente que nosotros descuidemos la palabra de Dios para servir mesas. (Hechos 6:2)

Y al cuarto día la plata y el oro y los utensilios fueron pesados en la casa de nuestro Dios y entregados en mano de Meremot, hijo del sacerdote Urías, y con él estaba Eleazar, hijo de Finees; y con ellos estaban los Levitas Jozabad, hijo de Jesúa, y Noadías, hijo de Binúi. (Esdras 8:33)