Les ruego que hoy mismo les devuelvan sus campos, sus viñas, sus olivares y sus casas; también la centésima parte del dinero y del grano, del vino nuevo y del aceite que están exigiendo de ellos."
(Nehemías 5:11)Entonces ellos dijeron: "Lo devolveremos y no les exigiremos nada; haremos tal como has dicho." Así que llamé a los sacerdotes y les hice jurar que harían conforme a esta promesa.
(Nehemías 5:12)También sacudí los pliegues de mi manto y dije: "Así sacuda Dios de su casa y de sus bienes a todo hombre que no cumpla esta promesa; así sea sacudido y despojado." Y toda la asamblea dijo: "¡Amén!" Y alabaron al SEÑOR. Entonces el pueblo hizo conforme a esta promesa.
(Nehemías 5:13)Además, desde el día en que el rey me mandó que fuera gobernador en la tierra de Judá, desde el año veinte hasta el año treinta y dos del rey Artajerjes, doce años, ni yo ni mis hermanos hemos comido del pan del gobernador.
Pero los gobernadores anteriores que me precedieron gravaban al pueblo y tomaban de ellos cuarenta siclos (456 gramos) de plata además del pan y del vino; también sus sirvientes oprimían al pueblo. Pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.
(Nehemías 5:15)También yo me dediqué a la obra en esta muralla; y no compramos ningún terreno, y todos mis siervos estaban reunidos allí para la obra.
(Nehemías 5:16)Había a mi mesa 150 Judíos y oficiales, sin contar los que vinieron a nosotros de las naciones que nos rodeaban.
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Nehemías 5:14 - Referencia Cruzada
ni comimos de balde el pan de nadie, sino que con dificultad y fatiga trabajamos día y noche a fin de no ser carga a ninguno de ustedes.
(2 Tesalonicenses 3:8)Pues por esto también ustedes pagan impuestos, porque los gobernantes son servidores de Dios, dedicados precisamente a esto.
(Romanos 13:6)Sepa también el rey, que si esa ciudad es reedificada y las murallas terminadas, ellos no pagarán tributo, ni impuesto, ni peaje, lo cual perjudicará los ingresos de los reyes.
(Esdras 4:13)Aconteció que en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, estando ya el vino delante de él, tomé el vino y se lo di al rey. Yo nunca había estado triste en su presencia.
(Nehemías 2:1)Pero durante todo este tiempo yo no estaba en Jerusalén, porque en el año treinta y dos de Artajerjes, rey de Babilonia, yo había ido al rey; pero después de algún tiempo, pedí permiso al rey,
(Nehemías 13:6)¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Que al predicar el evangelio (anunciar las buenas nuevas), pueda ofrecerlo gratuitamente sin hacer pleno uso de mi derecho como predicador del evangelio.
(1 Corintios 9:18)