Pero que nadie entre en la casa del SEÑOR, excepto los sacerdotes y los Levitas que ministran; éstos pueden entrar porque son santos. Y que todo el pueblo guarde el precepto del SEÑOR.
(2 Crónicas 23:6)Los Levitas rodearán al rey, cada uno con sus armas en la mano; y cualquiera que entre en la casa será muerto. Ustedes estarán con el rey cuando entre y cuando salga."
(2 Crónicas 23:7)Y los Levitas y todo Judá hicieron conforme a todo lo que había ordenado el sacerdote Joiada. Cada uno de ellos tomó sus hombres, los que habían de entrar en el día de reposo, junto con los que habían de salir el día de reposo, porque el sacerdote Joiada no despidió a ninguno de los grupos.
(2 Crónicas 23:8)Entonces el sacerdote Joiada dio a los capitanes de cientos las lanzas y los escudos grandes y pequeños que habían sido del rey David, que estaban en la casa de Dios.
Y colocó a todo el pueblo, cada hombre con su arma en la mano, desde el lado derecho de la casa hasta el lado izquierdo de la misma, junto al altar y junto a la casa, alrededor del rey.
(2 Crónicas 23:10)Entonces sacaron al hijo del rey y le pusieron la corona, le dieron el Libro del Testimonio y lo proclamaron rey. Y Joiada y sus hijos lo ungieron, y gritaron: "¡Viva el rey!"
(2 Crónicas 23:11)Al oír Atalía el estruendo del pueblo que corría y alababa al rey, se llegó al pueblo en la casa del SEÑOR,
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2 Crónicas 23:9 - Referencia Cruzada
Entonces el sacerdote le dijo: "Mira, la espada de Goliat el Filisteo, a quien mataste en el Valle de Ela, está envuelta en un paño detrás del efod; si quieres llevártela, tómala, porque aquí no hay otra sino ésa." Y David dijo: "Como ésa no hay otra; dámela."
(1 Samuel 21:9)David tomó los escudos de oro que llevaban los siervos de Hadad Ezer, y los trajo a Jerusalén.
(2 Samuel 8:7)