Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando Jehú estaba ejecutando justicia contra la casa de Acab, encontró a los príncipes de Judá y a los hijos de los hermanos de Ocozías que estaban al servicio de Ocozías, y los mató. (2 Crónicas 22:8)
También buscó a Ocozías, que lo prendieron cuando estaba escondido en Samaria. Lo llevaron a Jehú y lo mataron, pero le dieron sepultura, pues decían: "Es hijo de Josafat, que buscó al SEÑOR con todo su corazón." Así que no quedó nadie de la casa de Ocozías para retener el poder del reino. (2 Crónicas 22:9)
Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó y exterminó toda la descendencia real de la casa de Judá. (2 Crónicas 22:10)
Pero Josabet, hija del rey, tomó a Joás, hijo de Ocozías, y lo sacó a escondidas de entre los hijos del rey a quienes estaban dando muerte, y lo puso a él y a su nodriza en la alcoba. Así Josabet, hija del rey Joram, mujer del sacerdote Joiada (pues era hermana de Ocozías), lo escondió de Atalía para que no le diera muerte.
Y Joás estuvo escondido con ellos en la casa de Dios seis años, mientras Atalía reinaba en el país. (2 Crónicas 22:12)
En el séptimo año, el sacerdote Joiada cobró ánimo, y tomó a estos capitanes de centenas: Azarías, hijo de Jeroham, Ismael, hijo de Johanán, Azarías, hijo de Obed, Maasías, hijo de Adaía, y Elisafat, hijo de Zicri, los cuales hicieron pacto con él. (2 Crónicas 23:1)
Y recorrieron Judá y reunieron a los Levitas de todas las ciudades de Judá y a los jefes de las casas paternas de Israel, y vinieron a Jerusalén. (2 Crónicas 23:2)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Crónicas 22:11":

Dr. Roberto Miranda
De la crisis a la bendición
El autor, Dr. Roberto Miranda, habla sobre cómo el capítulo 20 de Segundo de Crónicas de la Biblia puede ser un modelo para la vida cristiana en tiempos de crisis. Josafat y el pueblo de Judá buscaron a Dios a través de la oración y el ayuno en medio de una crisis nacional y fueron bendecidos con la victoria a través de la fe y la adoración. El artículo también menciona cómo la palabra Beraca se utiliza para describir un negocio cristiano en México y cómo la misma trayectoria de la crisis a la bendición puede ser nuestra si confiamos en Dios.


Dr. Roberto Miranda
Nuestra fe debe afectar todos los aspectos de nuestra vida
Consejos sobre cómo la fe debe afectar todos los aspectos de nuestra vida, desde nuestras creencias hasta nuestras decisiones públicas y políticas. Al renunciar al pecado y vivir según los principios espirituales, podemos recibir la bendición de Dios.


2 Crónicas 22:11 - Referencia Cruzada

Pues el furor del hombre Te alabará; Con un residuo de furor Te ceñirás. (Salmos 76:10)
Así dice el SEÑOR: "Como cuando se encuentra vino nuevo en el racimo Y alguien dice: 'No lo destruyas, Porque en él hay bendición,' Así haré Yo por Mis siervos Para no destruirlos a todos. (Isaías 65:8)
El SEÑOR hace nulo el consejo de las naciones; Frustra los designios de los pueblos. (Salmos 33:10)
No vale sabiduría, ni entendimiento, Ni consejo, ante el SEÑOR. (Proverbios 21:30)
Pero Josaba, hija del rey Joram, hermana de Ocozías, tomó a Joás, hijo de Ocozías, y lo sacó a escondidas de entre los hijos del rey a quienes estaban dando muerte, y lo puso a él y a su nodriza en la alcoba. Así lo escondieron de Atalía, y no le dieron muerte. (2 Reyes 11:2)
El edificará casa a Mi nombre, y Yo estableceré el trono de su reino para siempre. (2 Samuel 7:13)
Pero por amor a David, el SEÑOR su Dios le dio una lámpara en Jerusalén, levantando a su hijo después de él y sosteniendo a Jerusalén. (1 Reyes 15:4)
para hacer cuanto Tu mano y Tu propósito habían predestinado que sucediera. (Hechos 4:28)
En el séptimo año, el sacerdote Joiada cobró ánimo, y tomó a estos capitanes de centenas: Azarías, hijo de Jeroham, Ismael, hijo de Johanán, Azarías, hijo de Obed, Maasías, hijo de Adaía, y Elisafat, hijo de Zicri, los cuales hicieron pacto con él. (2 Crónicas 23:1)
Y el hombre me dijo: "Esta cámara cuya fachada da al sur, es para los sacerdotes encargados del templo; (Ezequiel 40:45)
Sin embargo el SEÑOR no quiso destruir la casa de David a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había prometido darle una lámpara a él y a sus hijos para siempre. (2 Crónicas 21:7)