Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, tal como había hecho la casa de Acab (pues la hija de Acab era su mujer), e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR.
(2 Crónicas 21:6)
Sin embargo el SEÑOR no quiso destruir la casa de David a causa del pacto que había hecho con David, y porque le había prometido darle una lámpara a él y a sus hijos para siempre.
(2 Crónicas 21:7)
En sus días se rebeló Edom contra el dominio de Judá, y pusieron rey sobre ellos.
(2 Crónicas 21:8)
Entonces pasó Joram con sus capitanes, y todos sus carros con él. Y levantándose de noche, atacó a los Edomitas que lo tenían cercado a él y a los capitanes de los carros.
Y Edom continuó en rebeldía contra el dominio de Judá hasta el día de hoy. Entonces Libna se rebeló en ese mismo tiempo contra su dominio, porque había abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres.
(2 Crónicas 21:10)
Además, Joram hizo lugares altos en los montes de Judá, haciendo que los habitantes de Jerusalén se prostituyeran y que Judá se desviara.
(2 Crónicas 21:11)
Entonces le llegó a Joram una carta del profeta Elías, que decía: "Así dice el SEÑOR, Dios de tu padre David: 'Por cuanto no has andado en los caminos de Josafat tu padre, ni en los caminos de Asa, rey de Judá,
(2 Crónicas 21:12)
