Nueva Biblia Latinoamericana
Amiel el sexto, Isacar el séptimo y Paultai el octavo; porque Dios lo había bendecido. (1 Crónicas 26:5)
Y a Semaías también le nacieron hijos que gobernaron la casa de su padre, porque eran hombres fuertes y valientes. (1 Crónicas 26:6)
Los hijos de Semaías fueron Otni, Rafael, Obed y Elzabad, y sus hermanos, los valientes Eliú y Samaquías. (1 Crónicas 26:7)
Todos éstos fueron hijos de Obed Edom; ellos, sus hijos y sus parientes fueron hombres capaces con fuerza para el servicio: sesenta y dos de Obed Edom.
Meselemías tuvo hijos y parientes: dieciocho hombres valientes. (1 Crónicas 26:9)
También Hosa, uno de los hijos de Merari, tuvo hijos: Simri el primero (aunque no era el primogénito, su padre lo hizo el primero), (1 Crónicas 26:10)
Hilcías el segundo, Tebalías el tercero, Zacarías el cuarto; todos los hijos y parientes de Hosa fueron trece. (1 Crónicas 26:11)

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1 Crónicas 26:8 - Referencia Cruzada

el cual también nos hizo suficientes como ministros (servidores) de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu. Porque la letra mata, pero el Espíritu da vida. (2 Corintios 3:6)
Y a uno le dio cinco talentos (108 kilos de plata), a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y se fue de viaje. (Mateo 25:15)
El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve (que ministra), que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén. (1 Pedro 4:11)
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. (1 Corintios 12:4)