Nueva Biblia Latinoamericana
Mataron también a Hamor y a su hijo Siquem a filo de espada, y tomaron a Dina de la casa de Siquem, y salieron. (Génesis 34:26)
Después vinieron los hijos de Jacob, pasaron sobre los muertos y saquearon la ciudad, porque ellos habían deshonrado a su hermana. (Génesis 34:27)
Y se llevaron sus ovejas, sus vacas y sus asnos, lo que había en la ciudad y lo que había en el campo. (Génesis 34:28)
También se llevaron cautivos a todos sus pequeños y a sus mujeres, y saquearon todos sus bienes y todo lo que había en las casas.
Entonces Jacob dijo a Simeón y a Leví: "Ustedes me han traído dificultades, haciéndome odioso entre los habitantes del país, entre los Cananeos y los Ferezeos. Como mis hombres son pocos, ellos se juntarán contra mí y me atacarán, y seré destruido yo y mi casa." (Génesis 34:30)
Pero ellos dijeron: "¿Había de tratar él a nuestra hermana como a una ramera?" (Génesis 34:31)
Entonces Dios dijo a Jacob: "Levántate, sube a Betel (Casa de Dios) y habita allí. Haz allí un altar a Dios, que se te apareció cuando huías de tu hermano Esaú." (Génesis 35:1)

Otras publicaciones relacionadas con "Génesis 34:29":

Dr. Roberto Miranda
Una oportunidad desperdiciada
Este sermón habla sobre cómo reaccionamos ante las ofensas y conflictos en nuestras vidas, y la importancia de vivir conforme a los principios del Reino de Dios. Se utiliza la historia de Dina en Génesis para ilustrar cómo los hijos de Dios deben poner por encima los valores del Reino de Dios, como la paz, la misericordia y el perdón.


Dr. Roberto Miranda
Verdaderamente ofendidos! ¿cuál debe ser la respuesta?
En este sermón, el pastor Roberto Miranda reflexiona sobre la historia de Dina y Siquem en Génesis 34 para ilustrar la complejidad de la ofensa y la necesidad de buscar la resolución pacífica, y cómo podemos reconciliar nuestras necesidades de justicia con la necesidad de que la ley prevalezca.


Génesis 34:29 - Referencia Cruzada