Un problema de perspectiva

Milagros García Klibansky
Milagros García Klibansky

RESUMEN: Quitarse los anteojos me hizo darme cuenta de lo pequeña que soy en comparación con otros. A menudo nos comparamos con personas que tienen más defectos que nosotros para sentirnos superiores. Pero si nos comparamos con Cristo, nuestra perspectiva cambia y nos damos cuenta de nuestra insignificancia. Es un problema de perspectivas y debemos aspirar a alcanzar la plenitud de Cristo.

Caminaba por la calle y de pronto comenzó a llover, algunas gotas de agua salpicaron mis espejuelos, me los quité y de pronto la calle que yo veía tan lejos a mis pies, se me acercó.

Son tan pocas las veces que me quito mis espejuelos, generalmente solo para bañarme y dormir, que he perdido la verdadera noción de mi estatura y me siento alta, pero en ese instante, en que me quité los espejuelos, tuve la percepción de cuan pequeña soy y esto no quiere decir que no hayan personas más pequeñas, no, si me comparo con ellas siempre salgo ganando, más si me comparo, por ejemplo, con una basquetbolista profesional, ¡Uf! Ni modo, de nuevo digo, ¡Cuán pequeña soy!

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