Esta tierra no es eterna y pasará tan rápido como el día de ayer
Miriam CarrasquilloNo debemos vivir la vida creyendo que nuestra existencia terrenal no caducará pronto, porque no es así. Los años que Dios nos ha prestado en esta tierra pasarán rápido, tan rápido como una de las vigilias de la noche. Sin embargo muchos de nosotros estamos como en un letargo mirándolos pasar. Nuestra eternidad esta en los cielos, y con esta perspectiva prendida a nuestros corazón debemos vivir, equipándonos para la eternidad, sin desperdiciar ni un minuto de nuestra existencia.
Si Dios en su gran amor y misericordia le plació revelarnos que la vida en esta tierra es corta y perecedera – porque pudo habérselo reservado – entonces debemos saber que no vale la pena apegarnos tanto a este mundo, ni a las cosas que están en este mundo, porque perecerán.
Sabiendo esta gran verdad debemos arraigarnos con pasión a todas las bellas promesas que Dios nos ha dado: “El mundo pasa, y sus deseos; pero EL QUE HACE LA VOLUNTAD DE DIOS PERMANECE PARA SIEMPRE…” (1 Juan 2:16-17); “el cielo y la tierra pasarán, MAS SU PALABRA NO PASARÁ” (Mateo 24:35). “Porque he aquí que yo creare nuevos cielos y nueva tierra; y DE LO PRIMERO NO HABRÁ MEMORIA...” (Isaías 65:17).
Solo Dios sabe exactamente el tiempo que le queda a esta tierra, nos toca a nosotros vivir nuestra estadía en ella para agradarle a Él. ¡Dios te bendiga!