La palma real
Alberto González MuñozLa Palma Real es la reina indiscutible de los campos de mi país. Su enorme penacho se levanta orgulloso sobre todos los demás árboles. Hasta batida por el viento muestra elegancia y distinción. La palma es símbolo de soberanía y también de orgullo. Su problema es que al sobresalir por encima de los demás árboles, es con frecuencia alcanzada por descargas eléctricas que provocan su muerte.
Entonces ofrece un espectáculo desolador: su altísimo tronco pierde todas las hojas y se convierte en un triste palo solitario que exhibe su miseria junto a las otras palmas coronadas de verdes y brillantes hojas. Es precisamente lo que le da más belleza, su altura, su mayor debilidad. Sus raíces no tienden a ser profundas y al paso de un huracán la Palma Real se cae con facilidad. Es triste ver la cantidad de ellas que quedan derribadas por los vientos.