La persona que agrada a Dios siempre será bendecida
Dr. Roberto MirandaLas Escrituras nos muestran una y otra vez que Dios no tiene nada en contra de la prosperidad material. Al contrario, vemos continuamente en gente como Abraham, Jacob, José, Job, Salomón, que cuando una persona agrada a Dios, frecuentemente Su bendición es acompañada de prosperidad material. Esa es una de las promesas constantes de la palabra de Dios. La bendición de Dios es global, abarcadora. Cubre todas las dimensiones de la vida—material, espiritual, social, emocional, relacional. El Shalom de Dios arropa todos los aspectos de la vida del hijo o la hija de Dios, proveyéndole esa vida abundante que Cristo claramente vino a darnos. El salmo 128 recalca esta verdad con palabras sencillas pero poéticas:
1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos.