Ser prójimo - La pregunta no es ¿Quién? sino ¿Cómo?

RESUMEN: En la parábola del buen samaritano, Jesús no responde directamente a la pregunta de quién es nuestro prójimo, sino que muestra la importancia de ser prójimo. El sacerdote y el levita identificaron al hombre herido como su prójimo, pero no actuaron como prójimos. En cambio, el samaritano fue movido por la compasión y asumió el riesgo de ser prójimo al desconocido. Jesús nos invita a ser la clase de prójimo que él fue, pero esto solo es posible con el poder regenerativo del Espíritu Santo. La tarea de ser prójimo es un encargo que solo se cumple cuando rendimos nuestras vidas al los pies de Cristo.

Una de las características que más me impresiona de Jesús durante su ministerio en Galilea es su sagacidad pedagógica. En los evangelios podemos leer como los opositores de Jesús siempre le tendían 'emboscadas teológica' con el deseo de desprestigiarlo.

Sin embargo, con su sabiduría divina, el Maestro no tan solo resolvía las polémicas presentadas, sino que también tornaba los episodios de provocación en momentos de aprendizaje para el beneficio de todos sus oyentes. Este es el patrón pedagógico que encontramos en el muy conocido relato de Lucas 10:25-37; “la parábola del buen samaritano”.