Sanando la sexualidad desajustada
Dr. Roberto MirandaSin el sano consejo de la Palabra de Dios, la sexualidad se sale de su cerco como un corcel salvaje que de momento se rebela, le da una patada a la cerca que lo contiene, y sale corriendo, destruyendo todo a su alrededor. Cuando el ser humano se sale del cerco de seguridad de la Palabra de Dios, inevitablemente deja un montón de escombros detrás de sí. Una de las primeras cosas que el diablo trata de dañar y corromper es la sexualidad del hombre y la mujer, su identidad masculina y femenina, como vemos en este tiempo.
Satanás sabe que la sexualidad juega un papel central en la vida de un hombre o una mujer. Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, declaró que la sexualidad humana es la fuerza motriz de la sociedad. Posee un poder increíble. Causa guerras, y también inspira poemas; es una fuerza increíblemente creativa, y también destructiva. Es una energía divina, pero también puede tornarse demoníaca.