Presentación Retiro de Líderes 25 de septiembre 2010: Mentalidad específica, una nueva manera de pensar (Parte 2)
Dr. Roberto Miranda
(Audio: Español)
RESUMEN: El pastor habla sobre la importancia de desarrollar una cultura de excelencia y perseverancia en la iglesia. Destaca la necesidad de tener una mentalidad balanceada que combine la espiritualidad con la planificación y organización. También habla sobre la importancia de descentralizar la iglesia y delegar responsabilidades. El pastor menciona que una iglesia empresarial se caracteriza por tener un alto nivel de energía e iniciativa en el liderazgo y ser dinámica y estratégica en su enfoque.
Una iglesia empresarial es aquella que tiene un alto nivel de energía e iniciativa en el liderazgo, donde hay experimentación y establecimiento de nuevos proyectos y atención y persistencia en la visión. También es importante tener pensamiento estratégico y estar alineado con la visión para lograr los objetivos deseados. Se debe promover la comunicación honesta y transparente para lograr una solución y mejorar en la dirección correcta.
El pensamiento estratégico es importante en el ministerio y es necesario tener claridad en la visión y alinear las actividades, ministerios y estilos de liderazgo con la visión. También es importante desarrollar la capacidad de los líderes continuamente y tener una buena estrategia financiera, sistemas y controles financieros y una sólida estructura de gobierno. Otros aspectos importantes son la diversidad de ideas, transparencia, trabajo en equipo, delegación y descentralización. También se deben evitar prácticas como el nepotismo. Indicios de una mentalidad empresarial en un ministerio incluyen listas, protocolos y procedimientos, objetivos claros, medición, ejecución, accountability, descentralización, delegación, sujeción a la autoridad, comunicación honesta, planificación y comités.
La palabra clave en una mentalidad empresarial es la rendición de cuentas, la delegación de responsabilidades, la comunicación honesta y la planificación. La organización en comités es importante y es un indicio de progreso hacia la mentalidad empresarial. Si se practican estos elementos, habrá un cambio en la familia, el peso y el ministerio, lo que reflejará la excelencia del Reino de Dios.
Una iglesia empresarial es aquella que tiene un alto nivel de energía e iniciativa en el liderazgo, donde hay experimentación y establecimiento de nuevos proyectos y atención y persistencia en la visión. También es importante tener pensamiento estratégico y estar alineado con la visión para lograr los objetivos deseados. Se debe promover la comunicación honesta y transparente para lograr una solución y mejorar en la dirección correcta.
El pensamiento estratégico es importante en el ministerio y es necesario tener claridad en la visión y alinear las actividades, ministerios y estilos de liderazgo con la visión. También es importante desarrollar la capacidad de los líderes continuamente y tener una buena estrategia financiera, sistemas y controles financieros y una sólida estructura de gobierno. Otros aspectos importantes son la diversidad de ideas, transparencia, trabajo en equipo, delegación y descentralización. También se deben evitar prácticas como el nepotismo. Indicios de una mentalidad empresarial en un ministerio incluyen listas, protocolos y procedimientos, objetivos claros, medición, ejecución, accountability, descentralización, delegación, sujeción a la autoridad, comunicación honesta, planificación y comités.
La palabra clave en una mentalidad empresarial es la rendición de cuentas, la delegación de responsabilidades, la comunicación honesta y la planificación. La organización en comités es importante y es un indicio de progreso hacia la mentalidad empresarial. Si se practican estos elementos, habrá un cambio en la familia, el peso y el ministerio, lo que reflejará la excelencia del Reino de Dios.
Persistencia es una de las marcas de una iglesia y de una institución sólida y en la última reunión pudimos lograr algo muy lindo y yo creo que ese ritmo que establecimos y la manera en que fluimos fue precioso y ojalá que no bajemos la guardia, sino que siempre mantengamos ese mismo. Yo sé que pasan accidentes, pasan cosas y todo pero que lo que pasa en las instituciones muchas veces es que eso que llaman institutional drift hay muchos nombres para ello, pero es como que las cosas comienzan a cierto nivel pero se van olvidando, se olvidan las visiones, se olvidan las declaraciones de misión, se olvidan los acuerdos, se olvidan las asignaciones y como que se practica por un mes, dos mes y después como que se pierde esa atención que es tan necesaria para el buen funcionamiento de toda institución.
Y una de las cosas que yo deseo arduamente como pastor y como líder de esta institución que nosotros cultivemos una cultura de, hablamos de excelencia, y a los pentecostales les encanta hablar de la palabra excelencia, pero es como un cliché que en realidad no entendemos lo que quiere decir, excelencia es esfuerzo, es sudor, es aburrimiento, es imponerse sobre el aburrimiento. Eso es excelencia. No es algo lindo, mágico, sabroso, es mucho trabajo. Y sus ministerios, mi ministerio, nuestras vidas, mi vida, y todo lo que nosotros hacemos debe reflejar ese nivel de altura y ese esfuerzo y solamente entendamos eso, porque cuando comenzamos así tan tarde, todo se decae y entonces todo como que pierde su ritmo. Y es muy fácil decir, bueno, pasó esto, pasó lo otro, siempre hay una razón, pero es bueno siempre tratar en todo lo posible en nuestra vida, y si cometemos un error, lo admitimos y seguimos adelante. Eso es lo que yo quiero hacer porque quiero que ustedes se acostumbren a eso en sus ministerios, en sus vidas y yo también quiero acostumbrarme a eso en mi propia vida.
Y una de las cosas que yo deseo arduamente como pastor y como líder de esta institución que nosotros cultivemos una cultura de, hablamos de excelencia, y a los pentecostales les encanta hablar de la palabra excelencia, pero es como un cliché que en realidad no entendemos lo que quiere decir, excelencia es esfuerzo, es sudor, es aburrimiento, es imponerse sobre el aburrimiento. Eso es excelencia. No es algo lindo, mágico, sabroso, es mucho trabajo. Y sus ministerios, mi ministerio, nuestras vidas, mi vida, y todo lo que nosotros hacemos debe reflejar ese nivel de altura y ese esfuerzo y solamente entendamos eso, porque cuando comenzamos así tan tarde, todo se decae y entonces todo como que pierde su ritmo. Y es muy fácil decir, bueno, pasó esto, pasó lo otro, siempre hay una razón, pero es bueno siempre tratar en todo lo posible en nuestra vida, y si cometemos un error, lo admitimos y seguimos adelante. Eso es lo que yo quiero hacer porque quiero que ustedes se acostumbren a eso en sus ministerios, en sus vidas y yo también quiero acostumbrarme a eso en mi propia vida.
