Aprendamos a escuchar la voz de Dios
Nancy G. MarquezNo hay nada mejor que aprender a escuchar a Dios. Existen muchas voces que llaman nuestra atención. Por un lado tenemos la voz del mundo, por otro lado, la voz del enemigo, y como si fuera poco, la voz de nuestro "yo". Todas estas voces continuamente nos gritan y susurran cosas en nuestros oídos. Muchas veces, luego de prestar atención a esas voces, terminamos sintiéndonos ansiosos, frustrados, desanimados. ¡Que diferencia es cuando Dios habla! Cuando le prestamos oído a lo que Dios nos dice, la sensación es todo lo contrario; es una sensación de paz, confianza, tranquilidad y gozo.
Abramos el oído de adentro y aprendamos a escuchar a Dios; El está hablándonos continuamente.