Dios quiere un pueblo realista
Dr. Roberto MirandaPrefiero reconocer mis gigantes. Me resulta más provechoso a la larga hacerme dolorosamente consciente de mis limitaciones, mis luchas personales, las circunstancias conflictivas de mi vida. Tengo que nombrar mis gigantes, darles nombre y apellido.
Es importante que nosotros entendamos lúcidamente lo que estamos viviendo, que no vivamos pensando en pajaritos en el aire, como el avestruz, con la cabeza metida en la arena, pensando que si hacemos caso omiso del problema, no tendremos que confrontarlo.Dios quiere un pueblo realista, no para obsesionarse con los problemas, pero sí para saber específicamente cómo acometerlos.