Dios está en control
Samuel Acevedo(Audio: Español)
RESUMEN:
En este mensaje, el pastor habla sobre la autoridad y cómo toda autoridad es delegada por Dios. La Palabra declara que Dios tiene y delega toda autoridad, y Él está en control. La palabra griega utilizada para autoridad, exousia, implica tanto la autoridad que desciende sobre un rey como la autoridad que el rey tiene para delegar a otros. Por lo tanto, la autoridad terrenal también es delegada por Dios. Jesús delega Su autoridad a Sus siervos para extender los intereses del Reino de Dios sobre la Tierra. A veces es difícil apreciar la autoridad de Dios cuando somos confrontados por el poder del mal y el poder del mundo. La lucha entre el poder del mundo y el poder de Dios se representa en la audiencia entre Pilatos y Jesús.
En Juan 18 y 19, vemos la confrontación entre Pilatos y Jesús, representando la lucha entre el poder del mundo y el poder de Dios. Pilatos era un gobernador romano con exousia, mientras que Jesús era el Hijo de Dios, esposado y abandonado por sus seguidores. Aunque los poderes del mundo son patéticamente desiguales, el mundo siempre verá el poder de Dios con arrogancia y desprecio. Pero la autoridad de Dios se manifiesta en su presencia y en su palabra cumpliéndose en nuestra vida, a pesar de lo que hayamos vivido. Debemos creer que Dios está en control, incluso cuando enfrentamos la muerte o situaciones difíciles, porque detrás de la cruz está la Gloria de Dios.
El mensaje del pastor es que aunque a veces parece que nadie está en control, Dios siempre está en control. Incluso en tiempos de sufrimiento, Dios está trabajando en nuestras vidas y en el mundo para lograr un propósito mayor. El pastor anima a los oyentes a aferrarse a la verdad de que Dios está en control, incluso cuando las circunstancias parecen desesperadas. Hace un llamado a aquellos que pueden estar alejados de la fe para aceptar a Jesús y recibir su autoridad y cobertura. Finalmente, el pastor declara la bendición y la gracia de Dios sobre los oyentes.Juan capítulo 19, comenzando con el versículo 7. Qué lindo es experimentar la Presencia del Señor como la acabamos de experimentar en estos momentos, qué lindo experimentarlo en un día como el Domingo de Resurrección. Parece que en un servicio como el Domingo de Resurrección la semana pasada, parece que uno tocara el Trono de Dios y para mí fue tan especial ese servicio que aún el día siguiente y muchos días esta semana estaba yo todavía disfrutando de ese ambiente, de ese mover de Dios tan bello.
Pero yo estoy muy consciente que para muchos, el Domingo de Resurrección cuando declaramos: ¡Wow, el Señor ha resucitado de entre los muertos! nos cuesta aferrarnos de esas declaraciones como la que acabamos de declarar ahora, que Jesús es Rey, que Él es poderos, y cuando llegamos a la casa, tal vez a la tarde, yo iba a decir el lunes por la mañana, muchas veces ni siquiera esperamos al domingo por la tarde para abrir las puertas de nuestro departamento.