El pecado moral lleva al desastre nacional
Dr. Roberto MirandaDesgraciadamente, las naciones y las instituciones seculares se niegan a reconocer cuán importante es fundamentar los esfuerzos materiales sobre sólidos principios espirituales. Sólo esto asegura la prosperidad y el progreso a largo plazo de una sociedad o una institución. Es necesario eliminar la fuente de la contaminación demoníaca que oprime a una nación antes de que cualquier esfuerzo reformador pueda tener efecto permanente. Si las bases espirituales de una sociedad están contaminadas, por más acciones bien intencionadas que se emprendan, el resultado a largo plazo siempre será el fracaso. El salmo 127 lo declara así en palabras memorables:
1 Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia.