Crecimiento perpetuo

Dr. Roberto Miranda
Dr. Roberto Miranda

RESUMEN: Un ministro excelente está en un estado perpetuo de desarrollo y auto superación. Siempre está buscando mejorar en su carácter, conocimiento ministerial, relaciones y crecimiento personal. Nunca piensa que ha llegado a su meta, sino que se esfuerza constantemente por mejorar y reflejar más a Jesucristo. Adoptemos una ética de superación perpetua y Dios nos ayudará a ser siervos extraordinarios.

Una persona, un ministro excelente, está en continuo estado de desarrollo. Siempre está consciente de que la jornada del ministerio es una larga carrera que requiere persistencia en la búsqueda de la excelencia. Sabe que siempre hay algo nuevo que aprender, un rasgo de carácter que mejorar, una nueva lectura que hacer, una nueva destreza que añadir. Se trata de una persona que está en perpetuo estado de crecimiento, en continuo estado de auto superación y mejoramiento de su desempeño en el servicio cristiano.

Cuando digo eso, veo en mi mente una flecha viajando perpetuamente en el firmamento hacia un blanco que ni se ve de tan lejos que está, y la flecha nunca llegará a su blanco. Así debe ser el siervo, la sierva de Dios, siempre creciendo, siempre desarrollándose, siempre buscando un nivel superior de desarrollo, sea en el nivel de dominio personal y de desarrollo de su carácter, superación de defectos, crecimiento de su conocimiento ministerial, relaciones con sus feligreses, con sus colegas, hijos, familia, etc.

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