Sermón clásico 6047: Encuentro en alta mar
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En este sermón, el pastor se enfoca en el encuentro de Jesús con Simón Pedro y sus compañeros a través de la pesca milagrosa. El pastor destaca que el enfoque del pasaje no es tanto en el milagro en sí, sino en el proceso de enseñanza que llevó a Pedro a tener una revelación de la gloria y el poder de Jesús, así como un compromiso personal con Él. El pastor también enfatiza que si obedecemos al llamado de Jesús, Él nos revelará su gloria, proveerá para nuestras necesidades y dará sentido y propósito a nuestra vida.
El texto habla sobre cómo Jesús trabajó en sociedad con Pedro para predicar el Evangelio a la multitud. El autor destaca que nosotros, como cristianos, también tenemos la responsabilidad de predicar el Evangelio y no solo conformarnos con estar en la iglesia. El autor también se enfoca en la imagen de Pedro lavando sus redes después de haber pasado toda la noche sin pescar nada, y cómo esto representa al hombre moderno que trata de tener éxito en su vida sin la ayuda de Dios. Jesús le pide a Pedro que use su barca para predicar la palabra, y también quiere ministrar a las necesidades de Pedro y de cada uno de nosotros. La lección es que necesitamos dejar que Jesús use nuestra vida para ministrar a otros y para satisfacer nuestras propias necesidades.
El pasaje de Lucas 5:1-11 muestra cómo Pedro se entregó a Jesucristo y cómo Jesucristo lo recompensó al ministrar a sus necesidades. La lección es que para tener vidas victoriosas en Cristo Jesús, debemos primero entregarnos al Señor y comprometernos con Él en servicio y entrega. Debemos lanzarnos por fe en el nombre del Señor, aunque no sepamos a dónde nos llevará. Dios proveerá en el camino y nos fortalecerá. Debemos buscar la gloria del Señor en nuestras vidas, darle nuestros recursos y talentos, y luego dejar que el Señor se encargue de nuestros problemas. La vida cristiana debe ser una vida de logros por fe, de lanzarnos en el nombre del Señor.
El mensaje central es poner nuestras vidas en las manos de Dios, poner nuestros recursos y dones a disposición de Jesucristo, entregar toda nuestra vida en sus manos y decirle que lo seguiremos a donde quiera que nos lleve. Cuando hacemos esto, Dios nos llevará a la victoria y nos bendecirá en abundancia. Cuando Dios nos bendice, nos da suficiente para compartir con los demás. Debemos vivir nuestras vidas invirtiendo en el Reino de Dios y ver cómo Dios multiplica nuestras bendiciones en nosotros y a través de nosotros. Debemos renovar nuestro pacto con Dios y volver a ponerle el sello de entrega a nuestra relación con Él.Vamos a buscar, en el Evangelio según San Lucas, capítulo 5, vamos a tomar los versículos del 1 hasta el 11. “Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios. Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago; y los pescadores, habiendo descendido de ellas, lavaban sus redes. Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud.
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Y viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.