Clamor por la unidad
Faustino de Jesús Zamora VargasEl Espíritu Santo de mueve de manera indecible y soberana. El avance del Reino es su única meta, la iglesia de Cristo su morada especial y su brazo extendido; por eso no debemos sorprendernos si suceden cosas extraordinarias cuando la iglesia se une en un mismo sentir.
Dios se paseó por La Habana el pasado fin de semana trayendo semillas de higuera de su pueblo escogido de varias naciones. Vino con encomienda de replantarlas y rociarlas nuevamente con aguas del cielo. La tierra es fértil y aunque los nuevos jardineros no son muy expertos en el oficio de cuidar los retoños, confían en que la tierra dará su fruto si se cuida bien la semilla, porque la Higuera, cuando crece bajo la supervisión del Eterno Dios, es un árbol fuerte que resiste cualquier tempestad. El único mérito de los nuevos jardineros es que aman al Señor que trajo las semillas y ellos quieren honrarlo. Así que ya están vestidos preparando los instrumentos de labranza porque la tierra cubana es buena y ellos confían en su Señor.