Cuando lo vieron los hijos de los profetas que estaban en Jericó frente a él , dijeron: "El espíritu de Elías reposa sobre Eliseo." Entonces fueron a su encuentro y se postraron ante él,
(2 Kings 2:15)
y le dijeron: "Aquí entre tus siervos hay cincuenta hombres fuertes; te rogamos que los dejes ir a buscar a tu señor; tal vez el Espíritu del SEÑOR lo ha levantado y lo ha echado en algún monte o en algún valle." Y él dijo: "No los envíen."
(2 Kings 2:16)
Pero cuando le insistieron hasta la saciedad, dijo: "Envíenlos." Entonces enviaron cincuenta hombres; y buscaron durante tres días, pero no lo hallaron.
(2 Kings 2:17)
Volvieron a Eliseo que se había quedado en Jericó, y él les dijo: "¿No les dije: 'No vayan'?"
Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: "El emplazamiento de esta ciudad es bueno, como mi señor ve, pero el agua es mala y la tierra estéril."
(2 Kings 2:19)
Y él dijo: "Tráiganme una vasija nueva, y pongan sal en ella." Y se la trajeron.
(2 Kings 2:20)
Eliseo fue al manantial de las aguas, echó sal en él, y dijo: "Así dice el SEÑOR: 'He purificado estas aguas; de allí no saldrá más muerte ni esterilidad.'"
(2 Kings 2:21)