Nueva Biblia Latinoamericana
Ponte a un lado y quédate aquí," le dijo el rey. Y él se puso a un lado, y se quedó allí. (2 Samuel 18:30)
Y cuando llegó el Cusita, dijo: "Reciba mi señor el rey buenas noticias, porque el SEÑOR lo ha librado hoy de la mano de todos aquéllos que se levantaron contra usted." (2 Samuel 18:31)
Dijo el rey al Cusita: "¿Le va bien al joven Absalón?" Y el Cusita respondió: "Sean como ese joven los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra usted para mal." (2 Samuel 18:32)
El rey se conmovió profundamente, y subió al aposento que había encima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: "¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!"
Entonces dieron aviso a Joab: El rey está llorando y se lamenta por Absalón. (2 Samuel 19:1)
Y la victoria (la salvación) aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo, porque el pueblo oyó decir aquel día: "El rey está entristecido por su hijo." (2 Samuel 19:2)
Aquel día el pueblo entró calladamente en la ciudad, como pueblo que humillado, entra a escondidas cuando huye de la batalla. (2 Samuel 19:3)

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2 Samuel 18:33 - Cross Reference

El hijo necio es pesadumbre de su padre Y amargura para la que lo dio a luz. (Proverbs 17:25)
Como un padre se compadece de sus hijos, Así se compadece el SEÑOR de los que Le temen. (Psalm 103:13)
Y el rey con su rostro cubierto, clamaba en alta voz: "¡Oh hijo mío Absalón, oh Absalón, hijo mío, hijo mío!" (2 Samuel 19:4)
Porque desearía yo mismo ser anatema (maldito), separado de Cristo por amor a mis hermanos, mis parientes (los de mi raza) según la carne. (Romans 9:3)
Pero ahora, si es Tu voluntad, perdona su pecado, y si no, bórrame del libro que has escrito." (Exodus 32:32)
Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, Pero el hijo necio es tristeza para su madre. (Proverbs 10:1)
Ahora pues, la espada nunca se apartará de tu casa, porque Me has despreciado y has tomado la mujer de Urías el Hitita para que sea tu mujer.'" (2 Samuel 12:10)