Y Absalón vino al rey y le dijo: "Su siervo tiene ahora esquiladores de ovejas; ruego que venga el rey y sus asistentes con su siervo." (2 Samuel 13:24)

Pero el rey respondió a Absalón: "No, hijo mío, no debemos ir todos, para no ser carga para ti." Y aunque le insistió, no quiso ir, pero lo bendijo. (2 Samuel 13:25)

Entonces Absalón dijo: "Pues si no, le ruego que deje ir a mi hermano Amnón con nosotros." "¿Por qué ha de ir contigo?" le preguntó el rey. (2 Samuel 13:26)

Absalón ordenó a sus siervos y dijo: "Miren, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo les diga: 'Hieran a Amnón,' entonces mátenlo. No teman; ¿no se lo he mandado yo? Tengan ánimo y sean valientes." (2 Samuel 13:28)

Y los siervos de Absalón hicieron a Amnón tal como Absalón les había mandado. Entonces todos los hijos del rey se levantaron, y montándose cada uno en su mulo, huyeron. (2 Samuel 13:29)

Estando aún ellos en el camino, llegó a David el rumor que decía: "Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey, y no ha quedado ni uno de ellos." (2 Samuel 13:30)