Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Abisai dijo a David: "Hoy Dios ha entregado a tu enemigo en tu mano. Ahora pues, déjame clavarlo a la tierra de un solo golpe; no tendré que darle por segunda vez." (1 Samuel 26:8)
Pero David dijo a Abisai: "No lo mates, pues, ¿quién puede extender su mano contra el ungido del SEÑOR y quedar sin castigo?" (1 Samuel 26:9)
Dijo también David: "Vive el SEÑOR, que ciertamente el SEÑOR lo herirá, o llegará el día en que muera, o descenderá a la batalla y perecerá. (1 Samuel 26:10)
No permita el SEÑOR que yo extienda mi mano contra el ungido del SEÑOR; pero ahora, te ruego, toma la lanza que está a su cabecera y la vasija de agua, y vámonos."
Tomó, pues, David la lanza y la vasija de agua de junto a la cabecera de Saúl, y se fueron. Pero nadie lo vio ni lo supo, tampoco nadie se despertó, pues todos estaban dormidos, ya que un sueño profundo de parte del SEÑOR había caído sobre ellos. (1 Samuel 26:12)
David pasó al otro lado y se colocó en la cima del monte a cierta distancia, con un gran espacio entre ellos. (1 Samuel 26:13)
Entonces David dio voces al pueblo y a Abner, hijo de Ner y le preguntó: "¿No responderás, Abner?" Entonces Abner respondió: "¿Quién eres tú que llamas al rey?" (1 Samuel 26:14)

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1 Samuel 26:11 - Cross Reference

Y David le dijo: "¿Cómo es que no tuviste temor de extender tu mano para destruir al ungido del SEÑOR?" (2 Samuel 1:14)
Y dijo a sus hombres: "El SEÑOR me guarde de hacer tal cosa contra mi rey, el ungido del SEÑOR, de extender contra él mi mano, porque es el ungido del SEÑOR." (1 Samuel 24:6)
Juzgue el SEÑOR entre usted y yo y que el SEÑOR me vengue de usted, pero mi mano no será contra usted. (1 Samuel 24:12)
Y David le dijo: "Tu sangre sea sobre tu cabeza, porque tu boca ha testificado contra ti, al decir: 'Yo he matado al ungido del SEÑOR.'" (2 Samuel 1:16)