Nueva Biblia Latinoamericana
Sucedió que cuando el Filisteo se levantó y se fue acercando para enfrentarse a David, éste corrió rápidamente hacia el frente de batalla para enfrentarse al Filisteo. (1 Samuel 17:48)
David metió la mano en su saco, sacó de él una piedra, la lanzó con la honda, e hirió al Filisteo en la frente. La piedra se hundió en su frente y Goliat cayó a tierra sobre su rostro. (1 Samuel 17:49)
Así venció David al Filisteo con una honda y una piedra, e hirió al Filisteo y lo mató; pero no había espada en la mano de David. (1 Samuel 17:50)
Entonces David corrió y se puso sobre el Filisteo, tomó su espada, la sacó de la vaina y lo mató, cortándole la cabeza con ella. Cuando los Filisteos vieron que su campeón estaba muerto, huyeron.
Y levantándose los hombres de Israel y de Judá, gritaron y persiguieron a los Filisteos hasta el valle y hasta las Puertas de Ecrón. Los Filisteos muertos estaban tendidos a lo largo del camino a Saaraim, aun hasta Gat y Ecrón. (1 Samuel 17:52)
Los Israelitas regresaron de perseguir a los Filisteos y saquearon sus campamentos. (1 Samuel 17:53)
Entonces David tomó la cabeza del Filisteo y la llevó a Jerusalén (Ciudad de Paz), pero puso sus armas en su tienda. (1 Samuel 17:54)

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1 Samuel 17:51 - Cross Reference

Ha cavado una fosa y la ha ahondado, Y ha caído en el hoyo que hizo. (Psalm 7:15)
apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada. Siendo débiles, fueron hechos fuertes, se hicieron poderosos en la guerra, pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. (Hebrews 11:34)
Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, también Jesús participó de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquél que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, (Hebrews 2:14)
Colgaron, pues, a Amán en la horca que había preparado para Mardoqueo, y se aplacó el furor del rey. (Esther 7:10)
También mató a un Egipcio, un hombre de apariencia impresionante. El Egipcio tenía una lanza en la mano, pero Benaía descendió a él con un palo, y arrebatando la lanza de la mano del Egipcio, lo mató con su propia lanza. (2 Samuel 23:21)
Entonces el sacerdote le dijo: "Mira, la espada de Goliat el Filisteo, a quien mataste en el Valle de Ela, está envuelta en un paño detrás del efod; si quieres llevártela, tómala, porque aquí no hay otra sino ésa." Y David dijo: "Como ésa no hay otra; dámela." (1 Samuel 21:9)