Nueva Biblia Latinoamericana
Volvió Samuel tras Saúl, y Saúl adoró al SEÑOR. (1 Samuel 15:31)
Entonces Samuel dijo: "Tráiganme a Agag, rey de los Amalecitas." Y Agag vino a él alegremente. Y Agag dijo: "Ciertamente, la amargura de la muerte ha pasado ya." (1 Samuel 15:32)
Pero Samuel dijo: "Como tu espada ha dejado a las mujeres sin hijos, así también tu madre será sin hijo entre las mujeres." Y Samuel despedazó a Agag delante del SEÑOR en Gilgal. (1 Samuel 15:33)
Luego Samuel se fue a Ramá, pero Saúl subió a su casa en Guibeá de Saúl.
Samuel no vio más a Saúl mientras vivió. Y Samuel lloraba por Saúl, pues el SEÑOR se había arrepentido de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel. (1 Samuel 15:35)
Y el SEÑOR dijo a Samuel: "¿Hasta cuándo te lamentarás por Saúl, después que Yo lo he desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y ve; te enviaré a Isaí, el de Belén (Casa del Pan), porque de entre sus hijos he escogido un rey para Mí." (1 Samuel 16:1)
Samuel respondió: "¿Cómo puedo ir? Cuando Saúl lo sepa, me matará." Y el SEÑOR dijo: "Toma contigo una novilla y di: 'He venido a ofrecer sacrificio al SEÑOR.' (1 Samuel 16:2)

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Dr. Roberto Miranda
Obeying is better than sacrifices
The sermon emphasizes the need for obedience to Gods word, even when it is difficult or goes against our desires or affections. The story of Saul in the Bible teaches us several principles, including the importance of obedience to Gods commands, the ineffectiveness of praise and rituals as a substitute for obedience, and the need to follow Gods sense of justice and mercy rather than our own.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
God blesses the children of obedience
Article about the importance of obedience to Gods will and trusting in his plans, using the example of King Sauls disobedience and focus on earthly gains.


1 Samuel 15:34 - Cross Reference

Después volvía a Ramá, pues allí estaba su casa, y allí juzgaba a Israel; y edificó allí un altar al SEÑOR. (1 Samuel 7:17)
Entonces los mensajeros fueron a Guibeá de Saúl y hablaron estas palabras a oídos del pueblo, y todo el pueblo alzó la voz y lloró. (1 Samuel 11:4)