Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Rebeca tomó las mejores vestiduras de Esaú, su hijo mayor, que ella tenía en la casa, y vistió a Jacob, su hijo menor. (Genesis 27:15)
Le puso las pieles de los cabritos sobre las manos y sobre la parte lampiña del cuello, (Genesis 27:16)
y puso el guisado que había hecho y el pan en manos de su hijo Jacob. (Genesis 27:17)
Entonces Jacob fue a su padre, y le dijo: "Padre mío." "Aquí estoy. ¿Quién eres, hijo mío?" preguntó Isaac.
Jacob contestó a su padre: "Soy Esaú tu primogénito. He hecho lo que me dijiste. Levántate, te ruego. Siéntate y come de mi caza para que me bendigas." (Genesis 27:19)
Pero Isaac dijo a su hijo: "¿Cómo es que la has encontrado tan pronto, hijo mío?" "Porque el SEÑOR tu Dios hizo que así me sucediera," respondió Jacob. (Genesis 27:20)
Isaac entonces dijo a Jacob: "Te ruego que te acerques para tocarte, hijo mío, a ver si en verdad eres o no mi hijo Esaú." (Genesis 27:21)

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