Nueva Biblia Latinoamericana
Elcana su marido le dijo: "Haz lo que mejor te parezca. Quédate hasta que lo hayas destetado; solamente confirme el SEÑOR Su palabra." Ana se quedó y crió a su hijo hasta que lo destetó. (1 Samuel 1:23)
Después de haberlo destetado, llevó consigo al niño, y lo trajo a la casa del SEÑOR en Silo, aunque el niño era pequeño. También llevó un novillo de tres años, un efa (22 litros) de harina y un odre de vino. (1 Samuel 1:24)
Entonces sacrificaron el novillo, y trajeron el niño a Elí. (1 Samuel 1:25)
¡Oh señor mío!" dijo Ana. "Vive su alma, señor mío. Yo soy la mujer que estuvo aquí junto a usted orando al SEÑOR.
Por este niño oraba, y el SEÑOR me ha concedido la petición que le hice. (1 Samuel 1:27)
Por lo cual yo también lo he dedicado al SEÑOR. Todos los días de su vida estará dedicado al SEÑOR." Y adoró allí al SEÑOR. (1 Samuel 1:28)
Entonces Ana oró y dijo: "Mi corazón se regocija en el SEÑOR, Mi fortaleza en el SEÑOR se exalta; Mi boca habla sin temor contra mis enemigos, Por cuanto me regocijo en Tu salvación. (1 Samuel 2:1)

Other publications related to "1 Samuel 1:26":

Dr. Roberto Miranda
Ana's exemplary prayer
The importance of being a dedicated parent, particularly as a mother, in raising children. The power of prayer illustrated through the story of Hannah from the book of Samuel.


Dr. Roberto Miranda
The Lord will grant us the requests of our hearts
An article discussing how serving God selflessly leads to a fruitful life, using the story of the Shunammite woman as an example.


1 Samuel 1:26 - Cross Reference

En esto serán probados; por vida de Faraón que no saldrán de este lugar a menos que su hermano menor venga aquí. (Genesis 42:15)
Y la madre del niño dijo: "Vive el SEÑOR y vive su alma, que no me apartaré de usted." Entonces Eliseo se levantó y la siguió. (2 Kings 4:30)
Entonces Elías le dijo: "Te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado al Jordán." Pero Eliseo dijo: "Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti." Y los dos siguieron caminando. (2 Kings 2:6)
Y Elías le dijo a Eliseo: "Te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado hasta Betel (Casa de Dios)." Pero Eliseo le dijo: "Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti." Así que ambos descendieron a Betel. (2 Kings 2:2)
Urías respondió a David: "El arca, Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab y los siervos de mi señor acampan a campo abierto. ¿He de ir yo a mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? Por su vida y la vida de su alma, que no haré tal cosa." (2 Samuel 11:11)
Y el rey dijo: "¿Está contigo la mano de Joab en todo esto?" Y la mujer respondió: "Vive su alma, mi señor el rey, nadie puede desviarse ni a la derecha ni a la izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado. En verdad fue su siervo Joab quien me mandó, y fue él quien puso todas estas palabras en boca de su sierva; (2 Samuel 14:19)
Elías entonces le dijo: "Eliseo, te ruego que te quedes aquí, porque el SEÑOR me ha enviado a Jericó." Pero él dijo: "Vive el SEÑOR y vive tu alma, que no me apartaré de ti." Y fueron juntos a Jericó. (2 Kings 2:4)
Cuando Saúl vio a David salir contra el Filisteo, dijo a Abner, el comandante del ejército: "Abner, ¿de quién es hijo este joven?" Y Abner dijo: "Por su vida, oh rey, no sé." (1 Samuel 17:55)
Pero David volvió a jurar y dijo: "Tu padre sabe bien que he hallado gracia ante tus ojos, y ha dicho: 'Que no lo sepa Jonatán para que no se entristezca.' Pero ciertamente, vive el SEÑOR y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte." (1 Samuel 20:3)