Nueva Biblia Latinoamericana
Había un hombre de la región montañosa de Efraín, llamado Micaía. (Judges 17:1)
Y él dijo a su madre: "Las 1,100 monedas de plata que te quitaron, acerca de las cuales proferiste una maldición a mis oídos, mira, esa plata está en mi poder; yo la tomé." "Bendito sea mi hijo por el SEÑOR," le dijo su madre. (Judges 17:2)
Entonces él devolvió las 1,100 monedas de plata a su madre, y su madre dijo: "Yo de corazón dedico la plata de mi mano al SEÑOR por mi hijo, para hacer una imagen tallada y una de fundición; ahora, por tanto, yo te las devuelvo." (Judges 17:3)
Cuando él devolvió la plata a su madre, su madre tomó 200 monedas de plata y se las dio al platero que las convirtió en una imagen tallada y una de fundición, las cuales quedaron en casa de Micaía.
Y este hombre Micaía tenía un santuario. Hizo un efod e ídolos domésticos, y consagró a uno de sus hijos para que fuera su sacerdote. (Judges 17:5)
En aquellos días no había rey en Israel. Cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos. (Judges 17:6)
Había un joven de Belén (Casa del Pan) de Judá, de la familia de Judá, que era Levita y extranjero allí. (Judges 17:7)

Other publications related to "Judges 17:4":

Dr. Roberto Miranda
The widow of Zarephath (I Kings 17)
A sermon discussing the story of the widow of Zarephath and how God provides for his servants through unexpected ways. Encouraging generous giving and having a mentality of faith and possibility.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
This time I will praise the Lord
An article about the transformation of Jacob, the meaning of the name Judah and the importance of praising and glorifying God while fighting against plastic evangelism.


Judges 17:4 - Cross Reference

Los que derrochan el oro de la bolsa Y pesan la plata en la balanza Pagan a un orfebre para que haga un dios de ello, Se postran y lo adoran. (Isaiah 46:6)
Plata laminada es traída de Tarsis Y oro de Ufaz. Ese ídolo es obra de un artífice y de las manos de un orfebre; Su vestido es de violeta y púrpura; Todo ello obra de peritos. (Jeremiah 10:9)